viernes, 1 de mayo de 2020

Octava por la Restauración Litúrgica (1° a 8 de mayo de 2020)

Invitamos a nuestros fieles y lectores a sumarse a la Octava para la restauración litúrgica de la que dio noticia ayer el Dr. Peter Kwasniewski, asiduo de esta bitácora. Ella consiste en rezar durante 8 días a contar de hoy (1° de mayo) unas oraciones que fueron suprimidas con las reformas de Pío XII y Juan XXIII. El texto fue publicado en New Liturgical Movement y ha sido traducido por la Redacción. 

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Invitación a adherir a la “Octava por la Restauración Litúrgica”, 1 a 8 de mayo, 2020

Peter Kwasniewski


Algunos activos tradicionalistas de Australia y Nueva Zelanda han propuesto que, desde el 1° de mayo hasta el 8 del mismo mes, los partidarios del usus antiquior observen una “Octava por la restauración litúrgica”. Esta semana es, en efecto, una de las más dañadas bajo los papas Pío XII y Juan XXIII.

En ella se perdió la antigua referencia del 1 de mayo a “Pip n’ Jim” [Nota de la Redacción: así se denominaba coloquialmente en los países de habla inglesa a la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago, que se celebraba en este día], para ser reemplazada por una fiesta “obrerista” destinada a competir con el Día Internacional de los Trabajadores, patrocinada por los comunistas. Pero la verdad es que dicha competencia no tuvo nunca éxito. La antigua fiesta de la “Invención de la Santa Cruz”, del 3 de mayo, fue abolida, como lo fue igualmente la antigua fiesta de “San Juan ante la Puerta Latina”, que conmemoraba el intento de martirio del Discípulo Amado. La octava propuesta culminaría con la “Aparición de San Miguel Arcángel” del 8 de mayo, suprimida también del calendario general. Todo esto ocurrió incluso antes de la devastación global efectuada en el calendario por ese “trío de dementes” (como los llamó Louis Bouyer), cuyo trabajo fue aprobado por Pablo VI (las otras cuatro fiestas de estos días -San Atanasio, Santa Mónica, San Pío V y San Estanislao- siguieron en sus fechas tradicionales en el Missale Romanum de 1962).

Esta octava se observaría de dos modos: primero, celebrando en sus fechas las fiestas suprimidas; segundo, rezando privadamente la Colecta que se perdió en la inconsulta reforma de la Semana Santa hecha por Pío XII (el texto de la colecta aparece en la imagen que acompaña a este post). En esta forma, la octava podría transformarse en un especial tiempo de oración anual por la restauración de la plenitud del rito romano.

Los laicos puede fácilmente seguir dichas fiestas con el “Misal diario y vesperal” de Dom Gaspar Lefebvre (undécima edición de 1946) o algún otro misal de ese año o años anteriores.

Colecta de la segunda profecía de la Vigilia Pascual (anterior a la reforma de 1955)

Oremos. Doblemos la rodilla. Levantaos. 

¡Oh Dios!, poder inmutable y luz eterna; atiende propicio al misterio admirable de toda tu Iglesia y obra suavemente la salvación del género humano con el auxilio constante de tu gracia: para que todo el mundo conozca y vea que se levanta lo caído y se renueva lo viejo y todas las cosas se reintegra a su estado primitivo por el mismo que les dio el ser, tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor: Que Contigo vive y reina. Amén. 

Nota de la Redacción: La traducción de la colecta proviene del Misal completo latino-español para el uso de los fieles preparado por el R.P. Valentín Sánchez Ruiz S.J. (Madrid, Apostolado de la Prensa, 7a ed., 1949).

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