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martes, 20 de septiembre de 2016

A vueltas con el núm. 299 de la Instrucción General del Misal Romano

Volvemos una vez más sobre el núm. 299 de la Instrucción General del Misal Romano (OGMR por sus siglas en latín), referido a la orientación del sacerdote en la celebración de la Misa conforme al misal reformado. En esta ocasión queremos ofrecer a nuestros lectores dos traducciones del inglés de textos del Rvdo. John Zuhlsdorf aparecidos hace ya diez años, cuyas versiones originales pueden ser consultadas aquí y aquí. La traducción es de la Redacción. 


El Rev. John Zuhlsdorf (al centro)

***

¿Qué dice realmente el núm. 299 de la Instrucción General del Misal Romano?


P. John Zuhlsdorf

Para quienes tienen poco tiempo para leer las cosas in extenso, permítanme el siguiente resumen: durante décadas el establishment litúrgico ha actuado como si el Concilio hubiera exigido la abolición del latín y la supresión del altar versus Deum, reemplazándolo por los altares islas. Y ha impuesto, injusta e incorrectamente, la percepción errónea de que la Misa debía ser celebrada “de cara al pueblo”. Al mismo tiempo, se ha referido a las celebraciones ad orientem con la descripción supremamente superficial de “Misa con el sacerdote de espaldas al pueblo”. Se ha realizado algunos buenos esfuerzos en los últimos años para reabrir nuevamente el debate y reflexionar sobre este tema de un modo más ponderado.

En una entrada anterior dije que me había preocupado de la presentación de la versión italiana de Volverse hacia el Señor, de Uwe Michael Lang [Nota de la Redacción: el título es el empleado por la traducción española, que fue publicada por Ediciones Cristiandad en 2007]. Ahí mencioné la controversia sobre el malhadado núm. 299 OGMR de 2000 (que se aplica al Misal Romano de 2002). El citado núm. 299 se refiere a la posición del altar en el presbiterio.


He aquí algo que escribí respecto a esto en The Wanderer del V Domingo de Pascua de 2002 Esto da una idea del problema y de cómo la mala comprensión del tema del altar puede tener gravísimas consecuencias.

En mi blog What does the prayer really say?, dije la semana pasada dije que podríamos revisar la controversia sobre la traducción del núm. 299 OGMR actualmente vigente, que se refiere a la posición del altar y a la orientación para la celebración de la Santa Misa. Trasfondo: La Conferencia de los Obispos de los Estados Unidos emitió el 16 de noviembre de 2000 un documento denominado “Hecho de piedras vivientes: arte, arquitectura y culto"[Built of Living Stones]. Este documento tuvo el propósito de reemplazar la horrible declaración de 1978 sobre “Ambiente y arte en el culto católico” [Environment and Art in Catholic Worship], que sirvió de fundamento para la “denovación” [Nota de la Redacción: neologismo que parece mentar el fenómeno que se denomina en inglés wreckovation] de innumerables iglesias, aun cuando no tenía autoridad alguna. El texto de 2000 contiene una sección sobre la ubicación del altar en que cita a el núm. 299 OGMR de 2002 (téngase presente que lo que aquí llamo OGMR de 2002 fue publicada en latín en 2000, mucho antes de la publicación del Misal Romano de 2002) con la siguiente traducción incluida en la nota al pie núm. 75:

“En todas las iglesias debería existir normalmente un altar consagrado fijo, que debiera estar aislado para permitir que los ministros se desplacen alrededor de él con facilidad y que la Misa pueda ser celebrada en él de cara al pueblo, cosa que es de desear cada vez que ello sea posible […]”.

En el National Catholic Register del  7 al 14 de abril de 2002 aparece una declaración en el sentido de que, de acuerdo con la nueva OGMR, ahora es preferible que la Misa se celebre “de cara al pueblo”. Si el Register cometió este error, parecería que la mala traducción del núm. 299 OGMR usada por los obispos estaba causando serios daños. Examinemos el núm. 299. La última vez que lo examinamos en detalle fue en el tercer artículo de What does the prayer really say? del 2° domingo de Adviento de 2000. El texto latino de dicha norma es el siguiente: 

“Altare maius extruatur a pariete seiunctum, ut facile circumiri et in eo celebratio versus populum peragi possit, quod expedit ubicumque possibile sit”.

La traducción hecha en "Hecho de piedras vivientes..." es defectuosa. El traductor no vio que quod se remite a la cláusula principal de la oración.  El traductor de los obispos cayó en el error común de traducir del latín palabra por palabra, en lugar de leer la oración entera. Y así presentó al núm. 299 OGMR como diciendo que se prefiere, o incluso se exige en la ley misma, que la Misa se celebre de cara al pueblo. Pero el citado núm. 299 OGMR no dice esto en absoluto, sino que dice lo siguiente:

“El altar principal debiera construirse separado de la pared, cosa útil siempre que sea posible, de modo que se pueda con facilidad caminar alrededor de él, y que se pueda realizar una celebración de cara al pueblo”.

El núm. 299 OGMR explica así la distancia de la separación con respecto a la pared:  que sea suficiente para que pueda usarse desde cualquiera de los dos lados, y no que haya  sólo unos dos o cuatro centímetros de separación. En la versión latina no se alude para nada a que la Misa deba ser celebrada versus populum. Sólo considera que ello podría ser y, por lo demás, no lo dice en términos absolutos. Lo que hace que esto sea problemático es que el 25 de septiembre de 2000 la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó una aclaración (Prot. N° 2036/00/L) acerca del núm. 299 de la nueva OGMR en latín [Nota de la Redacción: su texto fue reproducido en español en una entrada anterior]. Dicha aclaración dice:

“La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha sido consultada sobre si la expresión en el núm. 299 de la Institutio General Missalis Romani constituye una norma de acuerdo con la cual la posición del sacerdote “versus absidem” [de cara al ábside] está excluida. La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, luego de madura reflexión y a la luz de los precedentes litúrgicos, responde: Negativamente, y de acuerdo con la siguiente explicación”.

Santa Misa celebrada ad orientem por el Papa emérito el 28 de julio de 2015 junto a los sacerdotes de la parroquia Santa Ana del Vaticano, quienes asisten al coro (Foto: Catholicvs).

La explicación incluye diversos elementos que hay que tomar en cuenta. Primero, la palabra “expedit” no significa una estricta obligación sino una sugerencia que se refiere a la construcción del altar “a pariete seiunctum” (separado de la pared). No exige, por ejemplo, que los altares ya existentes sean alejados de la pared. La frase “ubi possibile sit” (donde sea posible) se refiere, por ejemplo, a la topografía del lugar, la disponibilidad de espacio, el valor artístico del altar existente, la sensibilidad del pueblo que participa en las celebraciones en una iglesia determinada, etcétera.

Claramente, continúan las dificultades para producir traducciones confiables de los textos latinos. Este error específico demuestra que necesitamos una traducción buena y exacta de la OGMR de 2000, actualmente vigente, y la necesitamos AHORA. ¿Es una exageración creer que la Santa Sede publicó en 2000 la nueva OGMR que apareció con el Misal Romano de 2002 a fin de que pudiéramos procurarnos una buena traducción para tenerla a mano en el momento en que entrara en vigor? Los textos de la nueva OGMR en latín y de "Hecho de piedras vivientes..." están disponibles en el sitio web de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos.

En la presentación del 27 de abril de 2006 de la edición italiana del libro de Lang Volverse hacia el Señor, hay un prefacio de Joseph Cardenal Ratzinger. El entonces Cardenal Ratzinger se detuvo precisamente en el tema de la traducción del núm. 299 OGMR, dejando en claro, de acuerdo con la Congregación, que “la palabra “expedit” (es de desear) no impone ninguna obligación, sino que es una simple sugerencia”.

En el primer capítulo de su libro, Lang nos muestra el origen de ese párrafo de la OGMR, señalando también como fue aplicado o, más bien, mal aplicado en las décadas que siguieron a la reforma postconciliar de la liturgia. Se trata de un elemento muy útil.

 El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Gerhard Müler, celebrando la Santa Misa (Novus Ordo) ad Orientem
(Foto: Hoc Signo)


***


El núm. 299 de la Instrucción General del Misal Romano ha sido mal traducido 

P. John Zuhlsdorf


He recibido algunos correos y comentarios acerca de mi nota sobre la versión en latín del núm. 299 OGMR y su traducción el inglés.

En uno de ellos, Paul B. me preguntó: “Sólo por representar el papel de abogado del diablo… ¿no podría la palabra “quod” ser entendida no como un pronombre relativo neutro (“lo cual”) sino como la conjunción “porque”…? Esto le daría peso a la traducción de los obispos en "Hecho de piedras vivientes..." y prestaría más fuerza a su programa “de cara al pueblo”.

Aunque estoy bien seguro de que yo había traducido correctamente (es decir, que “quod” se refiere a todo lo que lo antecede), consulté al P. Reginald Foster, OCD (Secretario de Latín de Su Santidad en la Secretaría de Estado) acerca del núm. 299. Tal como yo había supuesto, el “quod” se refiere a lo que lo antecede. No es “porque”. Léase nuevamente el texto en latín.

Latín: “Altare maius exstruatur a pariete seiunctum, ut facile circumiri et in eo celebratio versus populum peragi possit, quod expedit ubicumque possibile sit”.

Traducción de "Hecho de piedras vivientes..." (que es ahora la traducción inglesa de la OGMR): “El altar debiera construirse separado de la pared, de tal modo que sea posible caminar a su alrededor y se pueda celebrar la Misa de cara al pueblo, lo que es deseable cada vez que sea posible”.

El problema con la traducción de la OGMR es que da la impresión de que es la celebración versus populum lo que es deseable, y no la separación del altar de la pared.

Mi versión: “El altar principal debiera construirse separado de la pared, cosa útil siempre que sea posible, de modo que se pueda con facilidad caminar alrededor de él, y que se pueda realizar una celebración de cara al pueblo”.

La versión latina no dice que las celebraciones versus populum sean deseables. Lo que dice es que es deseable (o útil o conveniente) la separación del altar de la pared siempre que sea posible. La cláusula “ut” explica cuán lejos de la pared debiera estar el altar explicando la razón para la separación de la pared: debiera estar suficientemente lejos de la pared para que cualquier pueda caminar alrededor del altar, de modo que si hubiera una celebración de la Misa versus populum, el sacerdote tenga suficiente espacio.

En otras palabras, puesto que “separado” podría significar, en estricto rigor, que estuviera a sólo un centímetro de la pared, el párrafo aclara más acerca de la distancia: suficientemente separado como para que la Misa pueda ser celebrada versus populum. Además, la separación de la pared no es obligatoria. Es conveniente o deseable siempre que sea posible. No es obligatoria (ni tampoco lo es, por cierto, la celebración de la Misa versus populum).


Santa Misa celebrada ad orientem según el misal reformado por Monseñor Mario Olivieri, Obispo de Albenga-Imperia, el pasado 12 de septiembre de 2016 en el Santuario del Santísimo Nombre de María, en Imperia, Italia (Foto: Acción litúrgica)

Hay una serie de razones por las que podría no ser posible separar un altar de la pared. Por ejemplo, podría tratarse de un altar de importancia histórica. Podría ser que la arquitectura de la iglesia es tal que cambiar el altar lo dejaría fuera de foco. Podría ser que no hubiera en el presbiterio espacio suficiente si la mensa (o mesa) del altar fue desplazada hacia adelante. Quizá en tal caso se tomará la decisión de celebrar la Misa ad orientem y no versus populum. Todas estas razones son perfectamente aceptables. Se puede pensar también en otras. Además, no es obligatorio cambiar el altar existente. Todo esto se aplica a una construcción nueva.

La traducción oficial da la impresión de que lo que el núm. 299 OGMR exige es la celebración versus populum, y no la separación del altar “siempre que sea posible”. Léase la traducción de la IGMR nuevamente: “El altar debiera construirse separado de la pared, de tal modo que sea posible caminar a su alrededor y se pueda celebrar la Misa de cara al pueblo, lo que es deseable cada vez que sea posible”.

¿Acaso no da la traducción del núm. 299 OGMR esta impresión?

Nota de la Redacción: Más información en inglés puede ser consultada desde el siguiente enlace

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