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jueves, 9 de noviembre de 2017

50 años de Magnificat: El apoyo recibido por nuestra Asociación de parte de nuestros Arzobispos

Tal como se ha señalado en nuestra relación histórica (la que se puede leer aquí), la Asociación Litúrgica Magnificat ha permanecido siempre fiel y en comunión con la Iglesia Católica y su jerarquía. Lo anterior ha ocurrido a pesar de la convulsionada historia que ha correspondido a la preservación de la Misa Tradicional. Magnificat ha decidido en todo momento mantenerse en plena unidad canónica con la Sede Romana y los obispos en comunión con ella. 

En este sentido, nuestra Asociación se pudo beneficiar en su oportunidad de las disposiciones del motu proprio Ecclesia Dei (1988) promulgado por San Juan Pablo II, para poder dar a conocer con mayor facilidad y mantener abiertamente el culto antiguo. Entre otras materias, el documento pontificio confirmaba lo señalado en el documento Quattuor Abhinc Annos (1984), respecto a que el Misal Romano promulgado por San Juan XXIII en 1962 nunca ha sido derogado o abrogado. Por otra parte, este motu proprio facilitó el otorgamiento de las autorizaciones en ese entonces requeridas para celebrar la Santa Misa y los demás sacramentos conforme a estos libros litúrgicos, y reiteró por otra parte la recomendación a los distintos Ordinarios de no ser desfavorables a los fieles que reclamaban el derecho a celebrar conforme a éstos.

S.E.R. Carlos Oviedo Cavada
Arzobispo de Santiago
(1990-1998)

Fue en tal contexto de mayor aceptación de la liturgia tradicional que, a comienzos de la década de 1990, nuestra Asociación contó con la pastoral solicitud y decidido apoyo de S.E.R. Cardenal Carlos Oviedo Cavada, arzobispo de Santiago entre los años 1990 y 1997. En este sentido, el Cardenal se apareció espontáneamente en más de una ocasión en la Misa que celebrábamos una vez al mes en la capilla del Campus Lo Contador, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y nos autorizó (hacia fines de 1991) a que celebráramos la Santa Misa todos los primeros domingos de mes en la hermosa iglesia de los Santos Ángeles Custodios, ubicada en la comuna de Providencia y antiguamente perteneciente al Seminario Mayor de Santiago. De este modo, durante los años 1991 y 1992 logramos contar con la celebración de la Santa Misa todos los primeros y terceros domingos de mes. Vale la pena recordar también que, en dicha Iglesia, el entonces arzobispo celebró para nosotros una Misa prelaticia, el día 10 de noviembre de 1991, de la que lamentablemente no quedaron registros gráficos.

Desgraciadamente, y producto del cambio en el párroco a cargo de la Iglesia a fines del año 1992, no se nos permitió continuar haciendo uso de esta iglesia, debiendo limitarnos a nuestra Misa habitual en la capilla del campus Lo Contador, los terceros domingos de cada mes. Los esfuerzos por contar con una iglesia idónea y amplia para celebrar la Santa Misa de conformidad a los libros litúrgicos vigentes en 1962 continuaron, pese a haber sido expulsados de la iglesia de los Santos Ángeles Custodios.

Iglesia San Pedro de Alcántara en calle Mac Iver

Es por ello que en 1994, con la ayuda de Monseñor Cristián Caro Cordero, entonces Obispo Auxiliar de Santiago, nuestra Asociación obtuvo permiso para celebrar la Santa Misa en la Iglesia San Pedro de Alcántara en la calle Mac-Iver. Ésta reunía muy buenas condiciones y una céntrica ubicación, aunque resultaba un tanto pequeña para las necesidades pastorales de nuestra congregación, que en esos años reunía a cerca de 300 personas cada domingo.

Pese a la autorización concedida por el arzobispado, las religiosas del Buen Pastor (oficialmente, Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor), a la sazón propietarias de la iglesia, denegaron la autorización para utilizar el templo alegando “motivos pastorales”, pese a que la capilla no se utilizaba de manera pública los días domingo por la mañana. Es por esto que, como Asociación, escribimos una carta al Cardenal Oviedo haciéndole presente los sinsabores en el desarrollo de nuestro apostolado por la promoción de la Misa tradicional, en la cual le solicitamos su apoyo en la búsqueda de una capilla definitiva. Pese a estos esfuerzos, no se pudo concretar la asignación de una nueva iglesia, por lo que se continuó celebrando la Santa Misa en la capilla del Campus Lo Contador por más de una década, con una frecuencia de tan sólo una vez al mes. Sin embargo, cabe destacar que ese mismo año Monseñor Oviedo dirigió una carta (de la que hemos tratado aquí), en la cual hace referencia a nuestra Asociación y su apoyo a nuestro apostolado, indicando además que había extendido los permisos concedidos en su tiempo por el anterior arzobispo de Santiago, Cardenal Juan Francisco Fresno (1914-2004).


Carta enviada al Cardenal Oviedo por nuestra Asociación solicitando su ayuda en la búsqueda de una nueva iglesia

Ya el año 2007, nuestra situación mejoró ostensiblemente una vez que fue anunciado y luego promulgado el motu proprio Summorum Pontificum de S.S. Benedicto XVI, que otorgó aún más facilidades para la celebración de la desde entonces denominada "forma extraordinaria" del rito romano, entendida como expresión de la misma lex credendi de la Iglesia. En este sentido, corresponde destacar el establecimiento de un marco jurídico que permitió a cada sacerdote del rito latino celebrar conforme a esta forma de la liturgia romana sin requerir de ninguna autorización adicional, además de establecer claramente el derecho de los fieles a solicitar a sus respectivos párrocos la celebración conforme a este venerable uso, el cual no puede ser denegado. 

Tras este positivo anuncio venido de Roma, nuestro Presidente y un grupo de fieles de nuestra Asociación fueron recibidos en audiencia el día 31 de julio de 2007 por el entonces arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz, quien quedó de ayudarnos en el cometido de conseguir una iglesia céntrica en la cual celebrar dominicalmente la Santa Misa conforme a la forma extraordinaria del rito romano.

Carta enviada por nuestro capellán al Rctor del Colegio de la Iglesia de los Sagrados Corazones

Entretanto, para conmemorar como Asociación la entrada en vigor del anhelado motu proprio, nuestro capellán, el Rvdo. Milan Tisma Díaz, solicitó al rector del Colegio de los Sagrados Corazones de Alameda, el uso de su iglesia el viernes 14 de septiembre de 2007, a fin de celebrar una Santa Misa solemne en el día de la Exaltación de la Santa Cruz, conforme al calendario tradicional. Ese día, como es sabido, comenzó la vigencia de las nuevas normas sobre la Misa de siempre. Huelga decir que dicha ceremonia, de la cual ya hemos publicado aquí un completo fotorreportaje, fue muy exitosa, en especial por la numerosa asistencia de fieles que llegó a cerca de 400 personas, pese a que en otra iglesia de la ciudad se celebraba a la misma hora una Misa pontifical por el entonces operativo capítulo chileno de Juventutem


Invitaciones distribuidas para la Misa de entrada en vigencia del motu proprio Summorum Pontificum

De conformidad a lo conversado en la audiencia con el Cardenal Errázuriz , se le remitió una detallada relación (que se puede leer aquí) en que reseñamos todas las aprobaciones verbales y escritas recibidas por nuestra Asociación, los lugares de culto donde se había celebrado la Santa Misa y, finalmente, nuestra solicitud formal de ayuda en la búsqueda de una nueva iglesia donde poder celebrar, a tenor de las nuevas normas jurídicas promulgadas con el motu proprio, con mayor frecuencia y visibilidad para nuestro apostolado. En ese aspecto, recibimos una muy favorable acogida del Cardenal Errázuriz, quien mediante misivas dirigidas a la superiora del Monasterio de la Casa Matriz de las Hermanas de la Providencia y a don Luis Cordero, miembro del cuerpo directivo de la Universidad San Sebastián, les solicitó que tuvieran a bien permitirnos celebrar dominicalmente la Santa Misa conforme a los libros litúrgicos publicados el año 1962 por San Juan XXIII, ya sea en la capilla del Monasterio o en la iglesia de Nuestra Señora de la Victorias, respectivamente.

 Carta del Cardenal Errázuriz a don Luis Cordero

Carta enviada por el Cardenal Errázuriz a la Hermana María Angélica Alvear, Superiora Provincial de las Hermanas de la Providencia

En atención a que la iglesia del antiguo Liceo Alemán se encontraba en pleno proceso de restauración, se optó finalmente por utilizar la imponente iglesia de las Hermanas de la Providencia, sita en la avenida del mismo nombre, que nos acogió todos los domingos desde comienzos del año 2008 hasta que un incendio accidental la destruyó completamente el 25 de enero de 2011. Cabe destacar que en dicha iglesia tuvimos la gracia de contar con una Santa Misa pontifical presidida por S.E.R. Cardenal Jorge Medina, con motivo del segundo aniversario de la entrada en vigor del motu Ppoprio Summorum Pontificum el día 14 de septiembre de 2009. A dicha ceremonia le dedicamos un completo fotorreportaje que puede ser visto aquí.
 
Invitación a la Misa Pontifical celebrada por el Cardenal Medina

En resumidas cuentas, y tal como se ha reseñado con anterioridad en esta misma bitácora, nuestra Asociación ha contado a lo largo de toda su historia con sucesivas autorizaciones que respaldan nuestra actividad en el seno de la Iglesia Católica y, en particular, al servicio de nuestra Arquidiócesis de Santiago. En este sentido, podemos enumerar las siguientes:

1.- S.E.R. Monseñor Francisco Valdés Subercaseaux, obispo de Osorno y entonces presidente del Comité para la Música Sacra de la Conferencia Episcopal de Chile, quien otorgó la primera autorización el año 1966, para celebrar la Misa en latín y con canto gregoriano.

2.- Padre Rafael Maroto, Vicario Zonal de la época, quien verbalmente nos autorizó a celebrar la Santa Misa usando la liturgia romana tradicional.

3.- S.E.R. Cardenal Juan Francisco Fresno Larraín, arzobispo de Santiago, quien nos autorizó verbalmente a celebrar la Santa Misa una vez por mes, de conformidad a las disposiciones contenidas en el documento Quattuor Abhinc Annos del año 1984.

4.- S.E.R. Cardenal Carlos Oviedo Cavada, arzobispo de Santiago, quien extendió los permisos concedidos anteriormente por el Cardenal Fresno, en el sentido de permitir la celebración de la Santa Misa con mayor frecuencia, facilitarnos la celebración en una iglesia de mayor visibilidad que la capilla del Campus Lo Contador y otorgar, tras su ordenación, permiso a nuestro capellán, el Rvdo, Milan Tisma Díaz a celebrar conforme a los libros litúrgicos de 1962 cuando hubiere necesidad pastoral.

5.- S.E.R. Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo de Santiago, quien nos recomendó en el proceso de encontrar una iglesia donde celebrar dominicalmente, de conformidad al espíritu de reconciliación litúrgica y valoración de los libros litúrgicos vigentes al año 1962, nunca abrogados, contenido en el motu proprio Summorum Pontificum de S.S. Benedicto XVI.

Corresponde finalizar señalando que, hoy en día, cuando dichas autorizaciones ya no son necesarias a tenor de las normas jurídicas establecidas en el motu proprio Summorum Pontificum, corresponde reconocer y agradecer sinceramente a nuestros pastores por su solicitud y acogida en momentos de tanta confusión e incomprensión a nuestra causa, cuyo fin fue y es, en suma, cooperar con la preservación de los tesoros litúrgicos de la iglesia latina en la ciudad de Santiago.

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