En una entrada anterior explicamos nuestro propósito de traducir los Position Papers sobre el Misal de 1962 que desde hace algún tiempo viene preparando la Federación Internacional Una Voce, de la cual nuestra Asociación es capítulo chileno desde su creación en 1966.
En esta ocasión les ofrecemos la traducción del Position Paper 23 y que versa sobre la forma extraordinaria y China, cuyo original en inglés puede consultarse aquí. Dicho texto fue preparado en el mes de enero de 2015. Para facilitar su lectura hemos agregado un título (Texto) para separar su contenido del resumen (Abstract) que lo precede.
Cabe hacer notar que el texto que ofrecemos hoy es anterior al Acuerdo provisional entre la Santa Sede y la República Popular de China sobre el nombramiento de los obispos, que fue firmado en Pekín el 22 de septiembre de 2018 por S.R.E. Antoine Camilleri, subsecretario de la Santa Sede para las relaciones con los Estados, y Wang Chao, viceministro de Asuntos Exteriores de China. Se trata de un acuerdo enderezado al restablecimiento pleno de las relaciones diplomáticas entre China y la Santa Sede, rotas desde 1951. Mediante dicho acuerdo, cuyo contenido no fue publicado y sólo ha sido conocido a través de un comunicado de prensa, el Papa reconocería a los obispos nombrados por el gobierno chino y, a su vez, éste reconocería al Romano Pontífice como la autoridad suprema de la Iglesia católica. El acuerdo ha sido contestado por la Iglesia clandestina de China.
El mismo día en que se suscribió el acuerdo, el papa Francisco admitió a la plena comunión eclesial a ocho obispos de la Asociación Católica Patriótica China, que habían recibido la ordenación episcopal sin mandato de la Sede Apostólica, y creó la diócesis de Chengdé en la China continental.
Cabe hacer notar que el texto que ofrecemos hoy es anterior al Acuerdo provisional entre la Santa Sede y la República Popular de China sobre el nombramiento de los obispos, que fue firmado en Pekín el 22 de septiembre de 2018 por S.R.E. Antoine Camilleri, subsecretario de la Santa Sede para las relaciones con los Estados, y Wang Chao, viceministro de Asuntos Exteriores de China. Se trata de un acuerdo enderezado al restablecimiento pleno de las relaciones diplomáticas entre China y la Santa Sede, rotas desde 1951. Mediante dicho acuerdo, cuyo contenido no fue publicado y sólo ha sido conocido a través de un comunicado de prensa, el Papa reconocería a los obispos nombrados por el gobierno chino y, a su vez, éste reconocería al Romano Pontífice como la autoridad suprema de la Iglesia católica. El acuerdo ha sido contestado por la Iglesia clandestina de China.
El mismo día en que se suscribió el acuerdo, el papa Francisco admitió a la plena comunión eclesial a ocho obispos de la Asociación Católica Patriótica China, que habían recibido la ordenación episcopal sin mandato de la Sede Apostólica, y creó la diócesis de Chengdé en la China continental.
***
La forma extraordinaria y China
Resumen
Debido al carácter único de la
historia reciente de la Iglesia católica en China, se ha continuado usando en
ella la forma extraordinaria junto con la forma ordinaria. Este trabajo defiende la idea de que la
afinidad entre la cultura china clásica, especialmente el confucianismo, y la
fe, sigue siendo relevante en el contexto de la forma extraordinaria, puesto
que los valores de la continuidad, la disciplina y el respeto por lo sagrado
continúan siendo positivamente valorados y necesarios en la China actual. La forma extraordinaria es, además, una ayuda en muchas de las dificultades que
confrontan hoy día a la Iglesia en China, incluyendo las del pluralismo
lingüístico, la deficiente catequesis y la indisciplina litúrgica.
Los comentarios a este texto pueden enviarse a positio@fiuv.
Monjes trapistas chinos que fueron asesinados en marzo de 1947 por las tropas comunistas al mando del general Zhu De
(Foto: The Catholic World Report)
Texto
1. La compleja
historia reciente de la Iglesia en China ha conducido a la sobrevivencia de la forma extraordinaria paralelamente a la de la forma ordinaria -la cual no fue
introducida sino en la década de 1980[1]-.
Esto plantea las cuestiones de la relación entre la forma extraordinaria y la
cultura china, de la evangelización, de la actitud del Estado y de las
necesidades y recursos de la Iglesia en China en la actualidad.
2. La
Asociación Católica Patriótica China [en inglés CPCA], que forma parte de la
Oficina de Asuntos Religiosos del Estado, fue creada en 1957, como organización
aprobada para los fieles católicos, en contraste con la Iglesia “subterránea”.
Hoy la mayoría de los obispos de la CPCA ejercen un ministerio legítimo[2],
y los fieles de la Iglesia clandestina están autorizados para asistir a las
celebraciones por ellos realizadas. Sin embargo, sigue siendo imposible
establecer una Conferencia Episcopal que sea reconocida por la Santa Sede[3].
3. Sumando la
CPCA y la Iglesia subterránea, existen, de acuerdo con un cálculo prudente,
unos 15 millones de fieles. A pesar de las muchas dificultades de la Iglesia en
China, ella crece rápidamente, aunque menos rápido que algunos grupos
protestantes.
Seminaristas chinos en una misión jesuítica (1900)
(Foto: Wikipedia Commons)
Las misiones
jesuitas y la cultura china.
4. Las
misiones jesuitas de los siglos XVII y XVIII realizaron notables adelantos de
inculturación al enfrentarse con la refinada cultura de la China imperial,
echando mano de los aspectos de la cultura europea que eran interesantes y
valiosos para los chinos, e incorporando la cultura de ese país en la vida de la
naciente Iglesia católica.
5. Una idea
central, en el enfoque jesuita, especialmente asociado con el trabajo del
Siervo de Dios Mateo Ricci, s.j., (1522-1610), fue la afinidad del
confucianismo con la fe[4].
El P. Ricci adoptó la expresión confucianista “Señor del Cielo” para referirse
a Dios[5],
y comenzó a traducir los textos claves del confucianismo. Este subraya tanto
los deberes del individuo hacia la familia y la sociedad como el profundo
respeto por la tradición.
6. El concepto
de Confucio “li”, traducido a menudo como “rito”, pero que abarca los rituales
tanto sociales como religiosos, conecta la idea de la importancia objetiva del
comportamiento cultural y religioso con la vida moral, tal como se ilustra en
dos textos confucianistas que se reproduce en el Apéndice A. De modo
sorprendente, pero sin rehuir en el primero de ellos la importancia del culto
sacrificial pagano, los jesuitas, en el segundo texto, traducen “li” como
“primaevum temperamentum naturae rationalis”[6],
reflejo de su amplio alcance y de su conexión con el auto-control y la vida
moral. Las ideas de Confucio encuentran muchos ecos en la tradición católica:
la integración de la cultura como un todo, incluyendo el arte, la música, la
literatura y las costumbres en una sociedad católica; el papel de la liturgia
como fundamento de la vida cristiana[7]
y el énfasis en la importancia objetiva del rito como una acción, no como una
mera enseñanza, cosa que se manifiesta particularmente por el uso del silencio
en la oración litúrgica[8].
7. Las
misiones jesuitas se vieron seriamente afectadas por la larga controversia
sobre los “ritos chinos”[9],
cuya compatibilidad con la fe fue largamente discutida y condujo a una prolongada
persecución de la Iglesia. En 1939, Pío XII dispuso que los católicos podían
lícitamente asistir a ellos[10].
Frontispicio de China Illustrata, por Athanasius Kirchner
(Imagen: Wikimedia Commons)
La Iglesia
bajo el comunismo.
8. Sin
embargo, desde 1949 el nuevo gobierno chino rechazó la cultura china clásica y
todo lo que tuviera sabor a interferencia extranjera. Esta política se aplicó
con particular ferocidad durante la Revolución Cultural (1966-1976). Hoy los
cristianos de todo tipo siguen enfrentando restricciones y persecuciones en la
actual China, lo que se demuestra con el hecho de que hay sólo 8 iglesias
católicas[11] en Pekín, ciudad de más de 21 millones de almas.
9. En los
últimos años, el Estado ha suavizado su postura ante la cultura clásica y las
religiones tradicionales, fundando incluso Institutos Confucio en todo el
mundo para promover la cultura china y la enseñanza de la lengua china. Debido
a que la ideología comunista se ha visto erosionada por el colapso de la Unión
Soviética y el rápido desarrollo económico, “la falta de fe” es vista como un
problema social mayor incluso en los niveles oficiales.
10. La
pregunta que surge es si el catolicismo pudiera llegar a ser considerado
oficialmente como fuente de estabilidad social en vez de ser fuente de
subversión, con el agravante de ser foránea[12].
Un paralelo histórico esperanzador es el término de los ataques de Bismarck a
la Iglesia, el Kulturkampf de 1878. Aunque Bismarck había considerado a la
Iglesia católica como un desafío al poder del Estado, terminó viéndola como una
defensa contra el socialismo[13].
La liturgia tradicional expresa, mediante su lenguaje y su ritual, los valores
de la continuidad, de la integridad y del respeto por lo sagrado, que son
ampliamente reconocidos como en extremo necesarios en la China del siglo XXI[14].
Matteo Ricci, SJ
(Imagen: Wikimedia Commons)
El uso del
vernáculo en la Iglesia en la China actual.
11. Uno de los
primeros proyectos jesuitas fue la traducción del Misal Romano al mandarín[15],
cuyo papel en la cultura clásica china pareció hacerlo apropiado como lengua
litúrgica aun cuando, o especialmente porque, no era la lengua del habla
cotidiana. En el contexto de la controversia sobre los ritos chinos y la
persecución de la Iglesia, jamás se afincó el uso de ese Misal.
12. La
vernacularización, desde el Concilio Vaticano II, ha procedido sin una análoga
conexión con la cultura clásica. El mandarín de la forma ordinaria en la China
de hoy es moderno tanto en el estilo como en el vocabulario, usa “caracteres
simplificados”[16], y
además se ha revisado oraciones en vernáculo muy antiguas[17].
13. Sin
embargo, el mandarín no es la única lengua de la China continental, y los otros
vernáculos, para los que no existen Misales especiales, presentan una serie de
dificultades. Uno de los problemas es que no existen traducciones de la
liturgia a lenguas no chinas habladas por poblaciones numerosas, tales como el
hmong, el tibetano, el uighur y el monogoliano[18].
14. Surgen
otros problemas en el caso de los fieles que hablan dialectos chinos o lenguas
regionales. La más importante de éstas es el cantonés, que es también la lengua
de Hong Kong y Macao, y la lengua más comúnmente usada por la diáspora china.
El método que usan las congregaciones en que dominan los hablantes de estas
lenguas, que son mutuamente incomprensibles, es leer el texto en mandarín con
la pronunciación del lugar. Esto puede hacer inteligibles las palabras, pero se
está lejos de que las palabras, como se las entiende localmente, sean
necesariamente las que elegiría un traductor competente del texto original.
Además, la gramática es la misma que la del mandarín.
15. El
resultado en su conjunto puede ser comprendido por los oyentes en la medida en
que la lengua local se parece al mandarín y los fieles han sido educados en
éste. Para los hablantes de cantonés, especialmente aquéllos de la diáspora que
no han tenido el beneficio de una educación china, y cuya segunda lengua, si la
tienen, probablemente es el inglés u otro idioma más que el mandarín, el resultado es a
menudo totalmente incomprensible. El problema se exacerba cuando los textos son cantados[19]. Esta dificultad no podría ser resuelta simplemente traduciendo el Misal al cantonés y las otras lenguas regionales,
porque ellas no tienen una forma escrita oficial[20].
16. La lectura
de un texto en mandarín con una pronunciación diversa no puede, de
hecho, ser descrito como una lengua natural. El método chino de escritura
tradicionalmente ayudaba a quienes no hablaban mandarín a comprender un texto
compuesto por un hablante de mandarín, e incluso a escribir un texto que
pudiera, a su vez, ser comprendido. La lectura en alta voz de un texto en
mandarín con una pronunciación local no constituye el uso de una lengua que
pudiera ser hablada por nadie. Se presenta, pues, el problema de la utilidad de
semejante lengua artificial en la liturgia: se trata de algo que está lejos de
lo ideal[21].
17. Una última
dificultad es que la Iglesia corre el peligro de ser vista como aliada de la
política estatal de la promoción del mandarín[22],
lo cual se hace a costa no sólo de las lenguas minoritarias, sino de las
culturas que las usan, las cuales ya están siendo presionadas por el acelerado
desarrollo económico y la urbanización.
18. Por todas
estas razones, el uso del latín en la liturgia tiene obvias ventajas[23].
Godfrey Kneller, Michael Alphonsus Shen Fu-Tsung (d. 1691),"El converso chino"
(Imagen: Wikimedia Commons)
Las necesidades
y recursos de la Iglesia en China.
19. La
celebración de la forma extraordinaria en China hoy día está limitada sobre
todo por la ausencia de latín en el clero más joven. Las deficiencias de la
formación en los seminarios fueron advertidas por Benedicto XVI en su carta de2007 a los católicos chinos[24].
La ausencia del latín en la liturgia refuerza su ausencia en el estudio de la
teología[25], aun
cuando el estudio académico del latín ha crecido en China[26].
20. Otras preocupaciones
de Benedicto XVI en su carta son la inadecuada catequesis, incluso la de los
adultos convertidos a la fe[27],
y los problemas de disciplina, especialmente en el área del celibato sacerdotal[28].
La disciplina y el contenido teológico de la forma extraordinaria tiene
especiales ventajas en este contexto, y puede atestiguar de muchas enseñanzas
de la Iglesia, aun cuando no sea la forma usada más a menudo.
21. Por otra
parte, han aparecido desarrollos litúrgicos no autorizados, como la recepción
de la comunión de pie y en la mano[29].
La disciplina litúrgica asociada a la forma extraordinaria es especialmente
útil en este contexto.
22. Algunos
recursos importantes para el aprendizaje de la forma extraordinaria están
disponibles últimamente en China[30],
y está reapareciendo el canto gregoriano[31].
Iglesia del Salvador o Iglesia Xishiku (Pekín)
(Foto: Wikimedia Commons)
Conclusión.
23. Este trabajo ha presentado la idea de una
particular afinidad de la antigua tradición litúrgica con la cultura china y
las necesidades de la sociedad china actual, así como su utilidad para resolver
los desafíos que tiene la Iglesia en ese país. La posición excepcional de China
deriva tanto de su diversidad, incluida la de lenguas; de su
desarrollo extraordinariamente rápido, y de la pérdida de continuidad en
relación con su propia cultura y valores clásicos, como resultado del régimen
comunista. Las cualidades de estabilidad y universalidad, representadas por la
forma extraordinaria del rito romano, su reafirmación de la importancia del
respeto, y las riquezas teológicas de sus ceremonias y textos, parecen
particularmente adecuadas para esta situación. Por una casualidad de la
historia china, la forma extraordinaria está a disposición de los fieles
chinos, quienes la aprecian, mucho más ampliamente que en casi cualquier otro
país del mundo. Para que esto continúe, sin embargo, se debe prestar especial
atención a la formación de una nueva generación de sacerdotes que la celebren.
Frontispicio del libro De Christiana expeditione apud Sinas (Augsburgo, 1615)
(Imagen: Wikimedia Commons)
Apéndice A:
dos textos confucianistas.
La afinidad
del confucianismo con la fe católica, proclamada por el P. Mateo Ricci y sus
sucesores, así como sus propios logros en la penetración de la cultura china,
puede ser ilustrada con dos pasajes de las Analectas de Confucio, traducidas al
latín por el P. Ricci y sus continuadores jesuitas. Ellas fueron publicadas en
1687 con el título Confucius Sinarum Philosophus sive Scientia Sinensis Latine
Exposita.
Traducción del
latín.
VIII 21:
Confucio dijo: En cuanto al emperador Yu, no tengo ni puedo encontrar nada que
reprocharle. Fue sobrio y notablemente moderado en la bebida y la comida, pero
fue excepcionalmente generoso, espléndido y elegante en todo lo relativo a los
alcoholes. Por lo general, sus vestidos eran muy sencillos, pero cuando llevaba
a cabo rituales sagrados, sus vestiduras sacerdotales y su tocado tenían una
ornamentación exquisita y esplendorosa. El Palacio era humilde, lejos de todo
lujo, pero desplegaba y gastaba todos los recursos de su imaginación y sus
caudales en la canalización del agua que había que conducir hasta el océano, y
en la construcción de tranques para las épocas de sequía. Así pues, no tengo
ni puedo descubrir nada que reprocharle a Yu.
XII 1:
Superarse a sí mismo, y volver así a la juvenil moderación de naturaleza
racional [li], es adquirir la inocencia del corazón y la perfección [ren]. Si
todos los mortales se superaran a sí mismos por sólo un día y regresaran a la
moderación, el mundo entero volvería a su innata inocencia y a la perfección.
Texto en
latín.
VIII 21:
Confucius ait: Quod attinet ad Yu Imperatorem, ego non habeo nec invenio, quod
arguam. Parcus erat ac mire temperans potus et cibi: Idem tamen maxime
liberalis, magnificus, ac mundus erga spiritus. Admodum vulgaris passim erat ei
vestitus: Eiusdem tamen summus quidam ornatus ac splendour erat in veste
sacerdotali et tiara, quotiescumque sacris operabatur. Humile erat minimeque
sumptuosum Palatium: Idem tamen exerebat et exhauriebat omnes animi, et aerarii
facultates in aquarum in mare derivandarum ductus et earumdem receptacula pro
siccitatis tempore. In Yu ergo non habeo ego nec invenio quod arguam.
XII 1: Vincere
seipsum, atque ita reidire ad primaevum illud temperamentum naturae rationalis
[li], hoc est obtinuisse cordis innocentiam et pefectionem [ren]. Mortales
universi vel unico die si vincerent seipsos et redirent ad temperamentum illud;
tunc orbis universis rediret ad innocentiam nativam et perfectionem.
[Nota de la Redacción: La versión original en inglés de este Position Paper ofrece dos versiones en ese idioma del texto de Confucio, una desde el latín y otra adaptada de acuerdo al uso actual. Aquí sólo se ofrece la primera y, en consecuencia, se suprimen las notas 32 y 33 dedicada a referir la fuente de la versión moderna y explicar los cambios idiomáticos de las traducciones inglesas].
[Nota de la Redacción: La versión original en inglés de este Position Paper ofrece dos versiones en ese idioma del texto de Confucio, una desde el latín y otra adaptada de acuerdo al uso actual. Aquí sólo se ofrece la primera y, en consecuencia, se suprimen las notas 32 y 33 dedicada a referir la fuente de la versión moderna y explicar los cambios idiomáticos de las traducciones inglesas].
Peter Paul Rubens, Retrato de Nicolas Trigault en traje chino
(Imagen: Wikimedia Commons)
Apéndice B:
Oraciones por la Iglesia del silencio.
Oh, Señor Jesús, Rey de los
mártires, vos sois el consuelo de los afligidos y el firme apoyo de todos los
que sufren por amor a vos y por su lealtad a vuestra Esposa, la Santa Madre
Iglesia. Escuchad, por vuestra bondad, nuestras fervientes plegarias por
nuestros hermanos de la “Iglesia del Silencio”, para que no se desalienten
jamás en la lucha ni vacilen en su fe, sino que, por el contrario, gusten de la
dulzura de los consuelos que reserváis a aquellas almas a quienes incluis en el
numero de vuestros compañeros en el monte de la cruz.
Sed vos la fuerza invencible que
sostenga en sus pruebas a quienes tienen que sufrir los tormentos y la
violencia, el hambre y la fatiga, y les asegure las recompensas que habéis
prometido a quienes perseveren hasta el fin.
Hay muchos que están expuestos a
presiones morales que, a veces, resultan más peligrosas porque más engañosas:
para ellos sed vos la luz que ilumine su inteligencia, para que puedan ver con
claridad el camino de la verdad. Sed también para ellos la fuente de fuerza que
sostenga sus voluntades, a fin de que puedan triunfar en todas las crisis y no
ceder jamás a la duda o la debilidad.
Finalmente, hay quienes ven
imposible profesar abiertamente su fe, llevar una vida cristiana normal,
recibir los santos sacramentos con frecuencia y hablar familiarmente con sus
guías espirituales: sed vos mismo para ellos un altar escondido, un templo
invisible; sed la plenitud de la gracia y una voz paternal que los ayude y los
anime, y los dé un remedio para sus corazones adoloridos y los llene de gozo y
paz.
Que nuestras oraciones fervientes los ayuden,
y nuestra solidaridad fraternal les dé la seguridad de que no están solos. Que
su ejemplo redunde en la edificación de toda la Iglesia y que sea
particularmente beneficioso para aquellos que los miran con gran afecto.
Conceded, oh Señor, que se abrevie
el periodo de su prueba y que muy pronto todos, incluso sus opresores ya
convertidos, puedan gozar de libertad para serviros y adoraros, que con el
Padre y el Espíritu Santo vivís y reináis por todos los siglos de los siglos.
Amén.
Oración
compuesta por San Juan XXIII, promulgada con indulgencia el 23 de enero de
1959.
Oh, Jesús, Hijo de Dios, que por
amor a vuestra Iglesia os entregasteis por ella para santificarla y hacerla
aparecer en vuestra presencia gloriosa y sin mácula (Ef. 5, 23-27), mirad con
ojos de piedad las aflicciones que vuestra esposa mística sufre en algunos
lugares del mundo católico, y ahora especialmente en el vasto país de China.
Vos bien conocéis, oh Señor, las trampas que
ponen peligro las almas de vuestros fieles, vos sabéis las calumnias que se
insinúan contra vuestros pastores, vuestros ministros y vuestros fieles
seguidores, que desean ardientemente la expansión del Evangelio y de vuestro
reino, que no es de este mundo. Cuán persistentes y perniciosos son los
esfuerzos por rasgar la vestidura inconsútil de vuestra esposa, la Iglesia una,
santa, católica y romana, separando las jerarquías y comunidades locales del
único centro de la verdad, la autoridad y la salvación, la Sede de Pedro.
Confrontados con tan malvado
espectáculo os pedimos, primeramente, perdón por las ofensas que os hemos
hecho. En verdad, las palabras que dirigisteis a Saulo de Tarso en el camino a
Damasco, “Saulo, Saulo, por qué me persigues” (Act. 9, 4), tan verdaderas en la
historia antigua y la reciente, pueden aplicarse también en nuestros días.
Pero nosotros confiaremos siempre
en el poder de vuestro Padre, cuando dijisteis levantado en la cruz: “Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23, 24). Ya que vuestro
sacrificio fue la fuente de salvación universal, así, por vuestra gracia, haced
que el martirio que la Iglesia, vuestra Esposa y nuestra Madre, sufre en
diversos lugares, redunde en la salvación de todos los hombres.
Oh, Príncipe de la paz, conceded
que los obispos y sacerdotes, los religiosos y los laicos puedan siempre y en
todas partes “preservar cuidadosamente la unidad del Espíritu en el vínculo de
la paz” (Ef. 4, 3). Que vuestro omnipotente poder venza todas las contingencias
humanas para que el Pastor y los rebaños sigan obedientes al Pastor universal,
el obispo de Roma, que siente en su corazón la responsabilidad por aquella
suprema aspiración del amor: “Padre Santo, guarda en tu nombre a aquéllos que
me has dado, para que sean uno como nosotros somos uno” (Jn 17, 11).
Finalmente, oh Redentor, mirad con
bondad los méritos y oraciones de vuestra Madre y Madre nuestra, la soberana Reina
de las Misiones y de la Iglesia universal. Mirad también los trabajos, los
sacrificios y la sangre de los incontables mártires de la fe que por todas
partes han sido y todavía son testigos vuestros. Sobre todo, recordad vuestra
preciosa Sangre, derramada por muchos para la remisión de los pecados, y
conceded vuestra paz a China y al mundo entero porque la esperanza, la victoria
y la paz sólo se obtienen a través de vos, nuestro inmortal Señor y Rey de los
tiempos y las naciones”.
[1] La forma ordinaria comenzó a ser considerada por la CPCA en 1984.
La primera Misa en chino, en la diócesis de Shanghai fue dicha en el Seminario
de Seshan para la fiesta de San Jerónimo (30 de setiembre) de 1989. Se produjo
un retraso parecido en la implementación de la reforma en algunos países del
bloque soviético en Europa central.
[2] En los últimos años, la Santa Sede ha accedido previamente a la ordenación
de algunos obispos de la CPCA, y en otros casos los obispos ordenados sin
mandato papal se han reconciliado con la Santa Sede después de su ordenación.
[3] Benedicto XVI, Carta a los obispos, presbísteros, personas consagradas y fieles laicos de la Iglesia católica de la República Popular China (2007), núm. 7.
[4] En contraste con otros sistemas filosófico-religiosos que hay en
China, como el taoísmo y el budismo.
[5] Tianzhu: el término es
todavía usado por los católicos chinos actualmente. Los protestantes usan otro
término, shangdi.
[6] Traducción: “juvenil moderación de naturaleza racional”.
[7] Véase Concilio Vaticano II, Constitución Sacrosanctum Concilium (1963), núm. 14: la liturgia
“es la fuente primaria e indispensable de la que los fieles han de derivar el
verdadero espíritu cristiano”.
[8] Véase Federación Internacional Una Voce, Position Paper 9: El silencio e inaudibilidad en la forma extraordinaria, especialmente el núm. 10.
[9] Se trata de ceremonias que honran a la familia y los ancestros de la
comunidad y al propio Confucio, llevadas a cabo en contextos domésticos y
cívicos.
[10] Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe, Decreto Plane compertum est, 8 de diciembre de 1939.
[11] Incluida la capilla del seminario diocesano, pero sin comprender los
lugares no públicos de culto. La Iglesia clandestina usa a menudo casas
particulares para celebrar la Misa. Otra indicación de la falta de lugares de
culto es que tiene que recurrirse a distribuir billetes para la admisión a la
Misa de Medianoche en Navidad. Los billetes se distribuyen, gratuitamente, en
las Misas del tercero y cuarto domingos de Adviento a los fieles que los
desean, pero con limitación de números.
[12] En un articulo fechado el 1 de noviembre de 2014, The Economist informaba: “En años
recientes, las preocupaciones del Partido [Comunista chino] se han trasladado
desde las creencias de la gente a la conservación de la estabilidad y del
monopolio del poder del partido. Si trabajar con las iglesias ayuda a alcanzar
estos fines, así lo hará, aunque todavía teme alentar una fuente alternativa de
autoridad”. El artículo informaba acerca de funcionarios del gobierno que
pedían ayuda a los cristianos de Hong Kong para fundar ONGs e instituciones de
caridad, y acerca de gobiernos locales en algunas partes de China que respaldan
la construcción de algunas iglesias cristianas favorecidas, incluso cuando en
otras partes se demuele iglesias a la fuerza. Informaba también sobre la
desventaja de los católicos por la hostilidad del Estado chino a la adhesión a
la Santa Sede.
[13] Lo que se expresó en términos electorales por la creciente
importancia del Partido de Centro.
[14] El reconocimiento se hizo manifiesto no sólo por el cambio de la
actitud del Estado hacia las religiones tradicionales y el confucianismo, sino
por iniciativas como el “Consenso de Oxford”, una declaración de preocupaciones
comunes de los intelectuales chinos de las tradiciones de la New Left, del Neo Confucianismo y del
Cristianismo en un encuentro realizado en Oxford, Inglaterra, en 2013.
[15] Fue traducido por el P. Ludovic Bugli, s.j., y autorizado por
Pablo V en 1615.
[16] En los Misales se usa los caracteres chinos tradicionales, y en
otros contextos, en Hong Kong, Macao y Taiwan. El sistema de escritura
“simplificado” ha sido promovido por el Estado chino desde la década de 1950, y
el Misal de la forma ordinaria que lo usa fue producido por las autoridades de
la CPCA a partir de 1992.
[18] También se habla coreano, tanto por los chinos de etnia coreana
del noreste como por visitantes e inmigrantes. Aunque existe un Misal coreano,
las congregaciones coreanas en China tienden a enfrentarse con una liturgia
hablada mayormente en mandarín, en que los fieles responden en coreano. Estas
confusiones lingüísticas pueden verse también en congregaciones que incluyen
miembros que hablan mandarín y cantonés, incluso en Misas organizadas por la
colectividad china en Londres.
[19] Uno de los muchos ejemplos posibles, y no el más angustiante, es la respuesta a la Oración de los fieles (Oración Universal), el equivalente de "Te rogamos, óyenos" o "Escúchanos, Señor te rogamos" que se dice en castellano. En mandarín se emplea, y con un entorno musical particular y ampliamente utilizado, la frase "Señor del cielo" (o "Señor celestial"), la cual suena perfectamente correcta en ese idioma, mientras que en cantonés significa "cerdo celestial" (o "cerdo de cielo"). La forma en que esto sucede se describe a continuación; el cambio proviene de la función del tono en el significado de las palabras cantonesas.
天 主 聽 我 禱 聲 (palabras en mandarín).
tin1 jyu2 ting3 ngo5 tou2 sing1 (pronunciación cantonesa).
So So Mi Fa So La (solfeo de la línea).
tin1 jyu1 ting6 ngo4 tou1 sing1 (cómo suena cuando se canta).
[20] Con algún esfuerzo, el cantonés puede escribirse informalmente con el uso de homónimos, o sea, usando un carácter mandarín para representar una palabra no en mandarín, o no lo que la palabra significa, sino una palabra cantonesa que suena igual.
天 主 聽 我 禱 聲 (palabras en mandarín).
tin1 jyu2 ting3 ngo5 tou2 sing1 (pronunciación cantonesa).
So So Mi Fa So La (solfeo de la línea).
tin1 jyu1 ting6 ngo4 tou1 sing1 (cómo suena cuando se canta).
[20] Con algún esfuerzo, el cantonés puede escribirse informalmente con el uso de homónimos, o sea, usando un carácter mandarín para representar una palabra no en mandarín, o no lo que la palabra significa, sino una palabra cantonesa que suena igual.
[21] El uso de lenguas artificiales en la liturgia, como el esperanto,
es más restringido que el uso de lenguas naturales. Cf. Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Instrucción Liturgiam Authenticam (2001), núm. 17: “En lo relativo al uso de lenguas 'artificiales',
propuesto de vez en cuando, se reserva estrictamente a la Santa Sede la
aprobación de textos, así como el otorgamiento de autorización para su uso en
celebraciones litúrgicas. Se dará la autorización sólo en casos particulares y
por el bien pastoral de los fieles, luego de consultados los obispos
especialmente involucrados” (“Circa usum
linguarum «artificiosarum» qui interdum temporum decursu est propositus,
textuum approbatio, necnon facultatis concessio, eos in actionibus liturgicis
adhibendi, Sanctae Sedi stricte reservatur, quae facultas solummodo in
peculiaribus rerum adiunctis atque pro bono pastorali fidelium tribuitur,
collatis consiliis cum Episcopis quibus maius interest”). Este pasaje
concluye con una nota al pie que hace referencia al permiso dado para el uso
del esperanto en la liturgia. En cuanto lengua deliberadamente creada para ser
usada por escrito y verbalmente, el esperanto, aunque más artificial, es en
todo caso más coherente, lingüísticamente, que las lenguas aquí consideradas.
[22] La lengua china “estándar” -el mandarín- es, por ejemplo, a
menudo la lengua de instrucción en las escuelas, con preferencia al dialecto
local.
[23] Cfr. Juan XXIII, Constitución Veterum Sapientia (1962), núm. 3:
“Por su propia naturaleza, el latín es máximamente apropiado para promover
todas las culturas en los diversos pueblos, ya que no da origen a celos, no
favorece a ningún grupo sino que se presenta a sí mismo con imparcialidad, benévolo
y amigable con todos” (“Suae enim sponte
naturae lingua Latina ad provehendum apud populos quoslibet omnem humanitatis
cultum est peraccommodata: cum invidiam non commoveat, singulis gentibus se
aequabilem praestet, nullius partibus faveat, omnibus postremo sit grata et
amica”).
[24] Benedicto XVI, Carta a [...] la Iglesia católica de la República Popular China, cit., núm. 8.
[25] Federación Internacional Una Voce, Position Paper 12: La enseñanza del latín en los seminarios.
[26] Especialmente en el Latinitas
Sinica o el Centro de Latín de Pekín, en la Universidad de Estudios
Extranjeros de Pekín; también se han fundado centros de enseñanza del latín
en la Universidad Renmin de Pekín, en la Universidad Sun Yat-san de Guangzhou
y en la Universidad Fudan, en Shanghai.
[28] Benedicto XVI, Carta a [...] la Iglesia católica de la República Popular China, cit., núm. 14.
[29] Sin una Conferencia Episcopal reconocida por la Santa Sede, no se
puede ni siquiera pedir permiso para esto en China. La práctica se ha extendido
en ambas formas del rito romano desde fines de la década de 1990, especialmente
durante la epidemia producida por el virus H5N1 (la epidemia de neumonía atípica o gripe aviar) de 2003,
aunque está todavía lejos de ser práctica universal.
[30] En particular, el obispo Li Jingfeng de la diócesis de Fengxiang, en la provincia de Shaanxi, ha publicado por propia iniciativa una edición del
Misal de 1962 con una traducción paralela, con fines de estudio. Es también
digna de atención la presentación, en el verano de 2014, de una versión del
video instructivo para aprender la forma extraordinaria producido por la
Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, con comentarios en mandarín y cantonés,
una iniciativa de la comunidad católica tradicional de Hong Kong.
[31] Es promovido especialmente en la Escuela de Música Guang Qi
dirigida por la diócesis de Shanghai, a cuyos cursos asisten músicos de toda
China.
[32] Eliminada por la Redacción [véase arriba la explicación].
[33] Eliminada por la Redacción [véase arriba la explicación].
[34] Las indulgencias para estas oraciones no se renovaron en el Enchiridion Indulgentiarum de 1968 ni en las ediciones posteriores.
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