François René de Chateaubriand (Saint Malo,
1768- París, 1848), escritor y político francés, pionero del romanticismo
francés, nació el 4 de septiembre de 1768 en la localidad de Saint-Malo,
Bretaña, en el seno de una antigua familia de la baja nobleza bretona. Fue
educado junto a sus cinco hermanos en el castillo de Comburg, cercano a Saint
Malo, y estudió en los colegios de Dol y Rennes.
Entró en el Ejército francés en 1786, y estuvo
en París durante los primeros años de la Revolución Francesa. Se negó a unirse
tanto a los realistas como a los revolucionarios radicales, y se trasladó a
Estados Unidos en 1791 con la intención de buscar el Paso del Noroeste. Sin
embargo, sólo viajó por la Costa Este, donde –como relata en sus Memorias de Ultratumba- conoció a George
Washington, presidente de los Estados Unidos.
Chateaubriand regresó a Francia en 1792 y luchó
en el bando contrarrevolucionario con la Armée
des émigrés. Meses después, herido y enfermo, huyó a Bélgica hasta que
finalmente se radicó Inglaterra (1793). Al volver a Francia (1800) bajo un
nombre falso, Chateaubriand se ganó el favor de Napoleón, que le otorgó un
cargo diplomático. Dimitió y se enemistó con Bonaparte en 1804, tras la
ejecución del duque de Enghien, tras la cual emprendió el viaje a Grecia, Creta
y Palestina que relata en su obra Itinerario
de París a Jerusalén.
Con la Restauración, entre 1820 y 1824, obtuvo
sucesivamente los puestos de embajador plenipotenciario en Berlín, embajador en
Londres y comisionado en el congreso de Verona. Reconocido partidario
legitimista, su carrera política termina en 1830, al negarse a jurar lealtad a
Luis Felipe de Orleans.
Tumba de Chateaubriand en Saint Bé
Murió el 4 de julio de 1848 en París y sus restos reposan por su expresa voluntad en la isla de Grand Bé, muy próxima a su natal Saint Malo.
Chateaubriand fue uno de los escritores
franceses más importantes de la primera mitad del siglo XIX. En su obra El genio del cristianismo afirmó que el
cristianismo era moral y estéticamente superior a las demás religiones. Esta
afirmación influyó profundamente en la vida religiosa y literaria de su tiempo,
la que era fruto de su profunda Fe en Dios evidenciada desde su juventud.
Manuscrito de Las memorias de Ultratumba
De su
obra autobiográfica Memorias de Ultratumba, traducida al castellano y publicada en la prestigiosa Editorial
Acantilado, extraemos un fragmento en
que el autor nos relata vívidamente el momento de su Primera Comunión:
"Al día Siguiente, Jueves Santo, fui admitido
en esa Ceremonia conmovedora y sublime cuyo cuadro he intentado trazar en vano
en El genio del Cristianismo. Habría
podido volver a sentir las pequeñas humillaciones de costumbre: mi
ramillete y mis ropas eran menos bonitos que los de mis compañeros; pero
ese día, todo perteneció a Dios y estuvo consagrado a Él. Sé
perfectamente lo que es la Fe: la presencia real de la víctima en el santo
sacramento del altar me resultaba tan sensible como la presencia de mi
madre a mi lado. Cuando la hostia fue depositada en mis labios, me sentí
todo yo iluminado interiormente. Temblaba de respeto, y la única cosa
material que me preocupaba era el temor a profanar el pan sagrado.
Le pain que je vous propose
Sert aux anges d'aliment,
Dieu lui'même le compose
De la fleur de son froment.
RACINE
Comprendí, entonces, el valor de los mártires;
en ese momento habría podido proclamar mi fe en Cristo en el potro o
rodeado de leones.
Me gusta recordar estos momentos de felicidad
que precedieron en muy poco en mi alma a las tribulaciones del mundo.
Comparando este entusiasmo con la exultación que voy a describir, viendo al
mismo corazón experimentar en el intervalo de tres o cuatro años cuanto de más
dulce y saludable tienen la inocencia y la religión, y todo cuanto
tienen las pasiones de más seductor y funesto, uno elegirá entre ambas
alegrías; se verá dónde hay que buscar la felicidad y sobre todo el
reposo."
Nota de la Redacción: El texto transcrito está tomado de de Chateaubriand, F. R., Memorias de ultratumba, Barcelona, Acantilado, Barcelona, pp. 88-89.
Actualización [16 de agosto de 2017]: Religión en libertad ha publicado un interesante artículo sobre Chateaubriand, donde califica su obra El genio del cristianismo como una apología de la religión y a su autor como un defensor de la fe en medio de la Revolución y el odio anticristiano.
Nota de la Redacción: El texto transcrito está tomado de de Chateaubriand, F. R., Memorias de ultratumba, Barcelona, Acantilado, Barcelona, pp. 88-89.
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Actualización [16 de agosto de 2017]: Religión en libertad ha publicado un interesante artículo sobre Chateaubriand, donde califica su obra El genio del cristianismo como una apología de la religión y a su autor como un defensor de la fe en medio de la Revolución y el odio anticristiano.
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