Una tradición católica para el Adviento es celebrar durante los sábados de este tiempo litúrgico la Misa Rorate Caeli “de sancta Maria in Sábato”. En algunas regiones se solía celebrar durante el Adviento no sólo los sábados, sino varios días de la semana o, incluso, todos los días de semana, también como Misa Votiva en honor de Nuestra Señora. Una particularidad de esta Misa es ser celebrada a oscuras, sin luz ni del sol ni artificial: sólo la procurada por los numerosos candelabros en el altar y el presbiterio, y por las candelas que llevan los fieles en la mano. El sentido de tales celebraciones es profundo: en el Adviento nos preparamos a la fiesta del nacimiento de Cristo, y con la Virgen nos preparamos a una llegada de Aquel que es la Luz y ha venido a disipar nuestras tinieblas y a iluminarnos en gracia y santidad.
Estas Misas llevan este nombre por el Introito, el himno Rorate Caeli (o Rorate coeli), cuyo primer verso está tomado de Is. 45, 8, texto que expresa el anhelo de los profetas de Israel por la venida del Mesías, el cual la Iglesia hace suyo en el tiempo de Adviento:
El himno del Rorate se hace presente profusamente en la liturgia tradicional del tiempo de Adviento, tanto en el Misal como en el Oficio Divino. En este último, entre otras ocasiones, se escucha a diario el comienzo como versículo y responsorio del oficio de vísperas. Aquí podemos escuchar este sublime himno, cantado por dominicos de Blackfriars, Oxford:
Misa Rorate
(Foto: FSSP)
Estas Misas llevan este nombre por el Introito, el himno Rorate Caeli (o Rorate coeli), cuyo primer verso está tomado de Is. 45, 8, texto que expresa el anhelo de los profetas de Israel por la venida del Mesías, el cual la Iglesia hace suyo en el tiempo de Adviento:
“Rorate, caeli, desuper, et nubes pluant justum, aperiatur terra, et germinet Salvatorem.”
(“Gotead, cielos, desde arriba, y que las nubes destilen al Justo. Ábrase la tierra y brote el Salvador”)
El himno Rorate caeli en un códice medieval
(Foto: New Liturgical Movement)
El himno del Rorate se hace presente profusamente en la liturgia tradicional del tiempo de Adviento, tanto en el Misal como en el Oficio Divino. En este último, entre otras ocasiones, se escucha a diario el comienzo como versículo y responsorio del oficio de vísperas. Aquí podemos escuchar este sublime himno, cantado por dominicos de Blackfriars, Oxford:
La Misa Rorate comienza tradicionalmente antes del amanecer. Por tratarse de una Misa votiva en honor de la Virgen María, el sacerdote se reviste con ornamentos blancos en lugar del morado, color penitencial propio del Adviento. Los niños caminan a la iglesia a través de la oscuridad, llevando linternas encendidas. La iglesia está a oscuras excepto por la luz de velas y faroles. El himno Rorate caeli comienza en la oscuridad, que simboliza la oscuridad del mundo antes de que la luz de Cristo apareció en la Navidad. Durante el himno, los sacerdotes y los niños, llevando sus linternas, entran en procesión en la iglesia. Al final del himno, se dicen oraciones y luego se canta el Gloria, momento en el cual las luces se encienden. Al final de la Misa, el sol empieza a subir: es el amanecer de un nuevo día y un recordatorio de la Luz Verdadera de Cristo, que destierra la oscuridad del pecado y de la muerte.
Las lecturas y oraciones de la Misa recuerdan la profecía de la Virgen que daría a luz un hijo llamado Emmanuel, y llaman a todos a abrir las puertas de sus corazones y de sus sociedades para permitir que Cristo Rey entre, pidiendo la gracia de recibir la Vida Eterna, por los méritos de la Encarnación y la Resurrección salvadora de Nuestro Señor.
Las lecturas y oraciones de la Misa recuerdan la profecía de la Virgen que daría a luz un hijo llamado Emmanuel, y llaman a todos a abrir las puertas de sus corazones y de sus sociedades para permitir que Cristo Rey entre, pidiendo la gracia de recibir la Vida Eterna, por los méritos de la Encarnación y la Resurrección salvadora de Nuestro Señor.
(Foto: FSSP)
Espiritualmente, el Adviento es el amanecer. Todavía no es la luz brillante de la Navidad. El Adviento es un tiempo de preparación para algo excesivamente alegre que todavía está por venir. Es un tiempo de penitencia, cuando nuestras almas todavía están luchando a través de la oscuridad, en busca de la Luz. Hay un anhelo y esperanza en Adviento. Nuestras velas y linternas en una Misa Rorate son símbolos de nuestro anhelo por la venida del Salvador, cuya luz ya está amaneciendo.
Con la reforma litúrgica estas Misas desaparecieron, pese a que no fueron proscritas expresamente y continúan estando especialmente arraigadas en los países germanoparlantes. En Chile, ellas no eran muy habituales probablemente debido a la estación del año con que coincide el Adviento por estas tierras, que hace que la luz del sol aparezca pronto por la mañana.
Sobre el simbolismo de estas Misas, Benedicto XVI recordaba con añoranza en sus memorias (Ratzinger, J., Mi vida, trad. de Carlos D'Ors Fühers, Madrid, Cristiandad, 7ª ed., 2005, p. 39):
El año litúrgico daba al tiempo su ritmo y yo lo percibí ya de niño, con gran alegría y agradecimiento. En el tiempo de Adviento, por la mañana temprano, se celebraban con gran solemnidad las misas Rorate en la iglesia aún a oscuras, sólo iluminada por la luz de las velas. La espera gozosa de la Navidad daba a aquellos días melancólicos un sello muy especial.
Una muestra de que ellas no desaparecieron con la liturgia reformada es la invitación a vivir esta costumbre de Adviento que ha hecho recientemente el Santo Padre. El pasado 14 de diciembre de 2016, en los saludos acostumbrados después de la catequesis de la audiencia general de los miércoles, el Papa Francisco se dirigió a los peregrinos polacos y los invitó a vivir la costumbre de las Misas Rorate durante el Adviento. Puede verse aquí el texto original en polaco y la traducción italiana. Su recomendación fue participar de estas Misas como una forma de preparación espiritual para el Adviento:
Saludo cordialmente a los peregrinos polacos. El tiempo de Adviento es la ocasión particular para profundizar nuestra fe, para abrir nuestros corazones a las necesidades de los otros y para vivir mejor nuestra vocación cristiana. Para cumplir estos compromisos, los ayuden la oración cotidiana, la contemplación de la Palabra de Dios, la participación en la Misa matutina Rorate [destacado de la Redacción] y los ejercicios espirituales de Adviento. Con espíritu de alegría, preparen sus corazones para recibir la Buena Nueva del nacimiento del Hijo de Dios. Bendigo a todos ustedes aquí presentes y a sus seres queridos.
Finalmente, les ofrecemos algunas fotos adicionales de Misas Rorate. Las primeras fueron celebradas por sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro en Scranton (Pensilvania) y Sacramento (California) y las fotos correspondientes ha sido tomadas de la versión inglesa del sitio de la Fraternidad. Seguidamente, reproducimos las fotografías de dos entradas del sitio Acción litúrgica (aquí y aquí), en que pueden verse algunas imágenes de dos Misas Rorate celebradas en Chile en 2014.
Con la reforma litúrgica estas Misas desaparecieron, pese a que no fueron proscritas expresamente y continúan estando especialmente arraigadas en los países germanoparlantes. En Chile, ellas no eran muy habituales probablemente debido a la estación del año con que coincide el Adviento por estas tierras, que hace que la luz del sol aparezca pronto por la mañana.
Sobre el simbolismo de estas Misas, Benedicto XVI recordaba con añoranza en sus memorias (Ratzinger, J., Mi vida, trad. de Carlos D'Ors Fühers, Madrid, Cristiandad, 7ª ed., 2005, p. 39):
El año litúrgico daba al tiempo su ritmo y yo lo percibí ya de niño, con gran alegría y agradecimiento. En el tiempo de Adviento, por la mañana temprano, se celebraban con gran solemnidad las misas Rorate en la iglesia aún a oscuras, sólo iluminada por la luz de las velas. La espera gozosa de la Navidad daba a aquellos días melancólicos un sello muy especial.
Joseph Ratzinger, luego Benedicto XVI, de niño
Una muestra de que ellas no desaparecieron con la liturgia reformada es la invitación a vivir esta costumbre de Adviento que ha hecho recientemente el Santo Padre. El pasado 14 de diciembre de 2016, en los saludos acostumbrados después de la catequesis de la audiencia general de los miércoles, el Papa Francisco se dirigió a los peregrinos polacos y los invitó a vivir la costumbre de las Misas Rorate durante el Adviento. Puede verse aquí el texto original en polaco y la traducción italiana. Su recomendación fue participar de estas Misas como una forma de preparación espiritual para el Adviento:
Saludo cordialmente a los peregrinos polacos. El tiempo de Adviento es la ocasión particular para profundizar nuestra fe, para abrir nuestros corazones a las necesidades de los otros y para vivir mejor nuestra vocación cristiana. Para cumplir estos compromisos, los ayuden la oración cotidiana, la contemplación de la Palabra de Dios, la participación en la Misa matutina Rorate [destacado de la Redacción] y los ejercicios espirituales de Adviento. Con espíritu de alegría, preparen sus corazones para recibir la Buena Nueva del nacimiento del Hijo de Dios. Bendigo a todos ustedes aquí presentes y a sus seres queridos.
Finalmente, les ofrecemos algunas fotos adicionales de Misas Rorate. Las primeras fueron celebradas por sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro en Scranton (Pensilvania) y Sacramento (California) y las fotos correspondientes ha sido tomadas de la versión inglesa del sitio de la Fraternidad. Seguidamente, reproducimos las fotografías de dos entradas del sitio Acción litúrgica (aquí y aquí), en que pueden verse algunas imágenes de dos Misas Rorate celebradas en Chile en 2014.
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Catedral de San Felipe. Celebrante: Revdo. don Luis Reynoso
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Parroquia Santa Bárbara, Casablanca. Celebrante: Revdo. don Mauro Ojeda (Capellán Una Voce Casablanca)
¡Qué belleza! Ojalá se retome esta práctica cada vez más en todas las diócesis.
ResponderBorrarMuchas gracias por el comentario. Prácticas como ésta constituyen el patrimonio de la Iglesia y no deben perderse.
ResponderBorrarEstimados, en Croacia se celebran durante todo el adviento las Misas q le dicen las Zornice o Auroritas, son algo muy especial pero en el Novus Ordo, asistiendo a las mismas fue una experiencia muy especial y muy espíritual.
ResponderBorrarDeberían implementarse en todos los países.
Un cordial saludo