Palacio de la Moneda
(Foto: gob.cl)
Ya aproximándonos a las elecciones
presidenciales y parlamentarias a celebrarse el 19 de noviembre en todo
nuestro país, es conveniente recordar a todos nuestros amigos y lectores la
importancia que presenta -para todos los católicos- su participación en la vida
política del país. En efecto, el magisterio de la Iglesia ha sido enfático en
señalar el grave deber que pesa sobre los católicos al respecto: Cristo es Rey
no solo en un sentido espiritual, sino que también temporal, lo que
necesariamente “exige que la sociedad entera se ajuste a los mandamientos
divinos y a los principios cristianos” (Pío XI, Quas Primas N.°33). Es por tanto
deber de los católicos, en especial si ellos se encuentran en un régimen de
elección directa de sus representantes, que promuevan con su voto y acción a aquellos
candidatos -presidenciales y parlamentarios- que de modo claro defiendan y
promuevan una concepción cristiana de la sociedad, basada en la Ley Natural y
los principios del Evangelio.
Es en este contexto que ponemos a disposición
de nuestros lectores, una breve guía preparada por un grupo de laicos (https://parlamento.familiayvida.cl) que
nos ha parecido de suma claridad y utilidad, ilustrando ciertos criterios a
seguir en el discernimiento de nuestro sufragio para “votar por la familia y
por la vida”. El documento se puede descargar e imprimir desde aquí. Cabe recordar que estos principios, denominados como no
negociables en el magisterio
del Papa Emérito Benedicto XVI, de un tiempo a esta parte han sido gravemente
conculcados en nuestro país con iniciativas legislativas tales como la
legalización del aborto (sobre la cual ya hemos tratado aquí) y el proyecto denominado de "matrimonio igualitario". Por lo anterior,
resulta de suma importancia votar por candidatos -presidenciales y
parlamentarios- que de modo claro promuevan la derogación de estas leyes inicuas,
para restaurar el orden social gobernado por los principios del Evangelio de
Cristo.
En la Fiesta de Cristo Rey en
el calendario tradicional, este domingo, hacemos votos a su Deífico Corazón
para que ilumine la mente de tantos votantes que en los próximos días decidirán
con su sufragio el destino de esta nación. Nos acogemos para ello a la poderosa
intercesión de la Santísima Virgen del Carmen, soberana de nuestra patria.
***
CRITERIOS PARA VOTAR
POR LA FAMILIA Y
LA VIDA
Pantrocrátor del Frontal de Equius
(Imagen: Apuntes de Historia del Arte UNED)
Guía para la evaluación de quienes serán candidatos en
las próximas elecciones, a la luz de los valores del Evangelio y los principios
morales de la Ley Natural
PRINCIPIOS GENERALES
1. Los ciudadanos somos
moralmente corresponsables por la sociedad en que vivimos, especialmente en una
democracia, donde somos convocados a elegir los representantes que van a
gobernarnos y legislar en nuestro nombre.
2. Ya que la finalidad del voto
es, en última instancia, promover el bien común de la sociedad, la calidad de
un candidato no debe medirse en base a su personalidad privada -simpatía,
oratoria, capacidad de gestión, etcétera-, sino a su personalidad pública: Los
principios y programas que pretende aplicar para promover el bien común.
3. El Catecismo de la Iglesia
Católica nos menciona los componentes esenciales del bien común: Los derechos
fundamentales e inalienables de la persona humana (N.° 1907), el bienestar social
-que incluye educación, cultura, trabajo, salud, etcétera (N.° 1908)-, la paz y
la seguridad ciudadana (N.° 1909). Sólo el orden social que se basa en la verdad
y se edifica en la justicia, “es vivificado por el amor” (cfr. N.° 1912).
4. Entre los componentes del
bien común, existe una jerarquía: Algunos de ellos son esenciales y no
negociables, en tanto que otros son contingentes y permiten diversas
propuestas.
5. Los valores no
negociables deben primar en las preferencias de un elector católico,
porque se trata de derechos inherentes a la persona humana y, por ende,
fundamentales para la vida social. Su violación constituye un mal intrínseco,
que ningún motivo o circunstancia, por difícil que sea, puede justificar.
6. La posición de un candidato
respecto de los valores no negociables debe ser, por lo
tanto, el criterio esencial para juzgar su aptitud para desempeñar un cargo
público.
7. Los valores no
negociables para un elector católico son:
-
la protección de la vida humana
inocente desde la concepción hasta la muerte natural;
- el reconocimiento y la promoción
de la estructura natural de la familia, fundada en el matrimonio entre un
hombre y una mujer;
-
la protección del derecho
prioritario de los padres a educar a sus hijos.
(Papa Benedicto XVI, discurso a un grupo de parlamentarios
europeos, 30-3-2006)
8. Escoger por quien se puede
votar es una tarea a veces difícil; pero determinar
por quien no se debe votar, resulta fácil: Son todos aquellos candidatos
que promueven la violación de valores no negociables, porque ellos son
enemigos del bien común y su eventual elección acarrearía graves males.
Principios Morales que obligan a excluir
del voto a los candidatos favorables
al aborto
Pieter Paul Rubens, La Masacre de los Inocentes
(Imagen: Wikipedia Commons)
1. La regla fundamental de la
moral es hacer el bien y evitar el mal, lo que no será posible si no sabemos
los bienes que debemos buscar y, sobre todo, los males que debemos evitar sin
excepción.
2. La moral católica, basada en
los Mandamientos de Dios y en la Ley Natural, es la que nos proporciona los
criterios que nos permiten hacer tal discernimiento: “Dios creador es la fuente
única y definitiva del orden moral en el mundo creado por Él. El hombre no
puede decidir por sí mismo lo que es bueno y malo, no puede conocer el bien y
el mal como dioses” (San Juan Pablo II, encíclica Dominum et vivificantem, N.°36).
3. De ahí resulta que la
conciencia -dice San Buenaventura- es como un heraldo de Dios y su mensajero, y
lo que dice no lo manda por sí misma, sino que lo manda como venido de Dios,
igual que un heraldo cuando proclama el edicto del rey. Y de ello deriva el
hecho de que la conciencia tiene la fuerza de obligar” (San Juan Pablo II,
encíclica Veritatis Splendor, N.° 58).
4. Para votar en conciencia, los
electores católicos, debemos primero formarla de acuerdo con las enseñanzas de
Cristo y del magisterio perenne de la Iglesia.
5. Las leyes humanas obligan en
conciencia sólo en la medida que son justas.
Cuando prescriben algo inmoral, no sólo no obligan, sino que es pecado
obedecerlas (cf. Act. 5, 29). Es intrínsecamente injusto (es decir, es pecado y
grave) promover o elaborar una ley semejante, o votar en su favor.
6. Votar por un candidato -del
partido político que fuere-, que promueve la violación de valores no
negociables, equivale a hacerse cómplice en la comisión de los pecados
que, inevitablemente, resultarán de la aprobación legal de tal violación del
orden moral.
7. En el caso reciente de la
aprobación del aborto, votar por un candidato abortista, equivale a asociarse
en la comisión de lo que la Iglesia ha calificado como “crimen abominable”
(Concilio Vaticano II, Constitución Gaudium et Spes, N.°51).
REGLAS ELEMENTALES DE
PRUDENCIA A LA HORA DE VOTAR
1. Informarse de la postura de
los candidatos respecto de los valores no negociables.
2. No confiar solamente en la afiliación
partidaria de los candidatos, ni en lo que dice su propaganda.
3. Si alguno no se ha
manifestado, interpelarlo para que exponga públicamente su posición al
respecto.
4. Desconfiar especialmente de
quienes dicen ser católicos y personalmente contrarios al aborto, pero votaron a favor de esa ley
injusta, o no están dispuestos a apoyar su derogación. Quienes tienen un
discurso de ese tipo, o bien quieren engañarnos, o tienen un grave problema de
personalidad, ya que no se puede contradecir en la vida pública, la fe y la
moral que se declara tener en la vida privada.
LA IGLESIA ACONSEJA
Virgen del Carmen, Reina de Chile
(Foto: Aciprensa)
1. “Con sinceridad les decimos a quienes así no procedan
[los diputados que no rechacen el aborto], que no será lícito para ningún
católico votar por ellos, conforme lo afirman las enseñanzas del Magisterio
sobre la ilicitud moral de dar el voto a proyectos o candidatos que favorezcan
el aborto: “...ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley
semejante, ni darle el sufragio del propio voto”
(Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota doctrinal sobre algunas
cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida
política, 24-11-2002).
2. “Será nuestra obligación de Pastores advertir a
nuestros fieles que, independientemente de las legítimas opciones políticas que
cada uno pueda tener, a ellos también les cabrá la prohibición moral de dar el
voto a favor de un candidato que haya apoyado el proyecto de aborto. Cosa que
nos corresponderá recordar también por ocasión de las próximas elecciones” (+Francisco Javier Stegmeier, Obispo de Villarrica; +Felipe Bacarreza
Rodríguez, Obispo de Los Ángeles; +Carlos Pellegrin, Obispo de Chillán; +Jorge Patricio Vega Velasco, Obispo de Illapel; +Guillermo Vera Soto, Obispo
de Iquique).
3. “Quienes se hacen cómplices de tal atrocidad [la
legalización del asesinato de un inocente] no deben recibir el voto de ningún
cristiano, voto que los pueda conducir al desempeño de cargos públicos, a menos
que, con anterioridad a las elecciones, hayan manifestado públicamente su
arrepentimiento”. (+Jorge Medina Estévez, Cardenal).
4. “¿Qué viene ahora para los que estamos por la vida y
la familia y en contra de la cultura de la muerte? Votar sólo por candidatos
pro vida dispuestos a derogar la ley del aborto. Si nos duele el dolor de la
mujer con embarazo vulnerable y el aborto, a los abortistas les duele el voto” (+Francisco Javier Stegmeier Sch., Obispo de Villarrica).
5. “Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto
es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente” (Papa Francisco, carta apostólica Misericordia et Misera)
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Para solicitar gratuitamente ejemplares físicos de esta guía, escribir a: parlamentoporlafamiliaylavida@gmail.com
Para mayor información: https://parlamento.familiayvida.cl
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Actualización [4 de noviembre de 2017]: Después de cinco años, la Conferencia Episcopal de Chile ha presentado una carta pastoral intitulada Chile, un hogar para todos. El documento busca entregar lineamientos sobre diferentes temas de actualidad que enfrenta la sociedad chilena, tales como el individualismo, el apoyo que necesita la familia, la coherencia en la defensa de la vida y la reivindicación de la “altísima vocación” de la política, todo ello a tres semanas de las próximas elecciones donde el país ha de elegir Presidente de la República, diputados, la mitad de los senadores y los consejeros regionales. Aquí puede consultarse un resumen de dicha carta pastoral y descargarse sus dos partes.
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