domingo, 27 de septiembre de 2015

La birreta

Para acabar esta primera serie sobre ornamentos litúrgicos, quedan por referir dos prendas que sirven para cubrir la cabeza de quien las viste y que son una representación de su autoridad. 



La primera de ellas es la birreta, que se debe distinguir de otras tres prendas con nombres parecidos, como son el roquete, el birrete y el bonete. El primero nada tiene que ver con el género de los cubrecabezas y corresponde a la vestimenta de dignidad tratada anteriormente. La birreta y el birrete, en cambio, son particularizaciones del bonete, que es una especie de gorra, comúnmente de cuatro picos (véase más abajo la nota de actualización), usada por los eclesiásticos y seminaristas a partir de los siglos XII y XIII, tanto en la vida ordinaria como durante los oficios de la iglesia, y antiguamente también por los colegiales y graduados. Ambos gorros tienen sus orígenes en el pileus quadratus, un tipo de casquete con un cuadrado adosado empleado en la antigua Roma para simbolizar la libertad. Aunque los términos son reconocidos como sinónimos, sobre todo en el ámbito hispano, propiamente se reserva el de birreta para el uso litúrgico y el de birrete para aquel gorro armado en forma prismática y coronado por una borla que llevan en los actos solemnes los profesores, magistrados, jueces y abogados. 

 Birrete académico español

La birreta es, pues, un bonete cuadrangular confeccionado en paño, merino o seda usado por los clérigos, que suele tener en la parte superior una borla del mismo color de la tela. Esta es roja para los cardenales, púrpura para los obispos, negra para los sacerdotes y blanca para el Papa, los canónicos premostratenses y los abades cistercienses. Los religiosos reemplazan su uso por la capucha propia de su hábito. 



Canónicos premostratenses llevando la birreta blanca
 
Su particular diseño dependerá de si la birreta ha sido hecha conforme al modelo romano o al español (caracterizado por sus cuatro picos), predominando actualmente el primero. Con todo, de acuerdo al uso común, se suele reservar la expresión bonete para el diseño español y birreta para el romano, aunque con propiedad el primero corresponde al género más que a una de sus especies. Los tres o cuatros picos que presenta a manera de cruz la birreta aparecen en el siglo XVI y responden probablemente a la estilización de las costuras.  

 San Alberto Hurtado con birreta de corte romano
 
 San Juan Bosco llevando el bonete hispánico
durante una visita a Barcelona


Bonete hispánico (colección Philippi)

Los celebrantes (preste, diácono y subdiácono) llevan puesta la birreta para las procesiones de entrada y salida de la Misa y durante los cantos liúrgicos (Kyre, Gloria y Credo); en aquellas sin presencia del Santísimo Sacramento o de las reliquias de la Pasión, y cuando están sentados en las funciones solemnes, incluso durante la recitación del breviario. En el coro, los clérigos se cubren con ella mientras permanecen sentados, excepto si está expuesto el Santísimo Sacramento. Por último, en las predicaciones, y salvo la misma excepción anterior, el orador puede ponérselo si es costumbre. 


Hoy en día, también se suele utilizar por algunos cardenales u obispos cuando celebran un Te Deum ecuménico. Si bien tal costumbre contraviene la instrucción Ut sive sollicite (núm. 6 y 15), su propósito es evitar que a estas celebraciones se les pueda atribuir un sentido eucarístico (cfr. canon 908 del Código de Derecho Canónico). 


El Cardenal Errázuriz preside, vestido con hábito coral y birreta, el tradicional  
Te Deum del 18 de septiembre en la Catedral de Santiago de Chile

Cabe decir que la birreta forma parte del conjunto de las prendas e insignias eclesiásticas propias de obispos y cardenales, por lo cual han de ir cubiertos por ella si el protocolo civil o religioso exige traje coral. 

El Cardenal Ezzati, sosteniendo en la mano su birreta, recibe a S.E. la Presidente 
de la República, Sra. Michelle Bachelet Jeria, al comenzar el Te Deum 2015


Actualización [29 de septiembre de 2015]: Uno de nuestros lectores (véase el comentario más abajo) nos ha preguntado por la existencia de la birreta papal, de color blanco y llevada de modo muy infrecuente por los Romanos Pontífices, hoy completamente en desuso. Al respecto, conocemos dos referencias a esta prenda (ambas tomadas de la bitácora Ceremonia y Rúbrica de la Iglesia Española): 

(1) En la obra Vida y honestidad de los clérigos (1880), de León María Carbonero y Cruz se dice: El birrete cardenalicio, lo mismo que el bonete clerical litúrgico, no tiene más que tres picos, siendo un abuso, aunque generalmente tolerado, el uso del bonete de cuatro picos, sólo permitido al Papa, en representación de la supremacía de su dignidad, y de su plenitud en el orbe jerárquico.” En otras obras que hemos consultado no hemos encontrado referencia a la birreta papal. En un comienzo, la birreta de cuatro picos estaba reservada a los doctores en teología y derecho canónico y su uso litúrgico se generalizó con los siglos. Por eso, aquellos que han recibido la dignidad de ser considerados doctores de la Iglesia suelen ser presentados con birretas de esta clase. Así ocurre, por ejemplo, con Santa Teresa de Jesús (1515-1582): 



(2) En la casa museo de San Juan XXIII en su pueblo natal, Sotto il Monte, cerca de Bérgamo, existe una vitrina con el hábito papal, incluida una birreta blanca, la que aparentemente fue encargada por el Papa Roncalli para sus paseos privados. Aquí el testimonio gráfico: 



3 comentarios:

  1. Buen aporte, pero no hay testimonio de birreta blanca para el papa. Existen fotos de antipapas con birreta, como el chiflado del palmar de troya, pero nada más. Una vez leí que Juan XXII tenía uno, pero no hay foto que lo atestigue.

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  2. Es por cierto muy inusual, pero sí existen antecedentes. Juan XXIII se mandó a confeccionar una birreta blanca para sus paseos privados, el que está expuesto en el museo de su casa natal en Sotto Il Monte (Bergamo). Aparentemente no hay registros fotográficos de él llevándola, pero aquí encuentra una foto de la birreta expuesta en la casa-museo: http://liturgia.mforos.com/1699129/8451616-birrete-papal/

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  3. Qué gran aporte a la recuperación de una tradición nuestra harían los clérigos chilenos si retomaran la costumbre de llevar el bonete hispánico. Es de esperar que el ejemplo del párroco de San José de Algarrobito termine resultando contagioso.

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