En la
presente entrada trataremos acerca del incipiente surgimiento en los Estados
Unidos de diferentes canonjías y asociaciones de canónigos adscritas de alguna
u otra forma al movimiento tradicional. En una entrada anterior (que se puede
consultar aquí) ya hemos tratado de aquella más reconocida mundialmente, los
Canónigos Regulares de San Juan de Kenty, quienes residen en la Arquidiócesis
de Chicago. En ésta trataremos, en primer lugar, acerca de los Canónigos
Regulares de la Nueva Jerusalén, quienes se encuentran ubicados actualmente en
la diócesis de Wheeling-Charleston, Virginia del Oeste, y los Canónigos de la
Abadía de San Miguel en Orange County, California, quienes se encuentran
adscritos a la Orden de Canónigos Premostratenses (norbertinos), fundada por
San Norberto de Xanten en 1120.
San Agustín discutiendo con los herejes
(Imagen: Museo Nacional de Cataluña)
Valga recordar
que, como hemos explicado anteriormente, un canónigo es un religioso que vive
en comunidad, siguiendo la Regla de San Agustín, y está consagrado al servicio
de una determinada iglesia. Su vida se articula así sobre tres pilares: la vida
en común, la oración y el apostolado. Son precisamente ellos los que distinguen
a los canónigos de los monjes (por el sacerdocio y el apostolado) y del clero
secular (por la pobreza y la vida comunitaria). En este ideal de vida religiosa
se apoyó, por ejemplo, la reforma gregoriana para restablecer el sacerdocio y
los capítulos colegiales, así como para fomentar el apostolado entre los
laicos.
Los Canónigos Regulares de la Nueva Jerusalén
Fundadores junto al Emmo. Cardenal Burke
(Foto: Canons Regular)
El instituto
celebra desde su fundación y de manera exclusiva la misa tradicional, reza el
Oficio Divino y ofrece los demás sacramentos, de acuerdo con los libros
litúrgicos editados y promulgados por San Juan XXIII en 1962, primero de
conformidad a las disposiciones del motu proprio Ecclesia Dei (1988) de San Juan Pablo II, y desde su entrada en
vigor, de acuerdo con las disposiciones contenidas en el motu proprio Summorum Pontificum (2007), de S.S.
Benedicto XVI. Al igual que otras fundaciones de canónigos, como los canónigos
de San Juan de Kenty y de los Canónigos de la Madre de Dios (de quienes hemos
tratado aquí), sus miembros viven sujetos a la Regla de San Agustín, profesando
los votos de estabilidad, conversión de vida, obediencia y vida en común.
Iglesia encargada a los canónigos
(Foto: One Peter Five)
Los Canónigos
Regulares de la Nueva Jerusalén tienen su Priorato, dedicado a Nuestra Señora
de la Anunciación, en la localidad de Charles Town, Virginia del Oeste. La
dedicación evoca a la fundación agustiniana de Walsingham, antiguo santuario
mariano inglés, y en ese sentido, pretende reparar la destrucción de dicho
santuario y el abandono de la Fe Católica por los canónigos regulares durante
la Reforma Protestante.
Localizada a
una cuadra del centro histórico de Charles Town, fundada en 1786 por Charles Washington
(hermano del primer presidente norteamericano), los canónigos regentan una
pequeña iglesia que les fuera otorgada por la diócesis para su cuidado
exclusivo y que les sirve de oratorio permanente. Es una hermoso y sencillo
templo que los canónigos han convertido en un santuario destinado a la
adoración y adoración, con lámparas y velas votivas permanentemente iluminadas
delante del altar e imagen de la Santísima Virgen María.
Procesión a cargo del Grupo Scout de los Canónigos
(Foto: New Liturgical Movement)
Además de su quehacer religioso, los canónigos mantienen a pocas cuadras de su iglesia una cafetería atendida por ellos mismos, que les sirve de sustento económico, y desarrollan una importante labor de dirección y capellanía de grupos de niños scouts católicos en la región.
Abadía de San
Miguel, Orange County
Canónigos de la Abadía de San Miguel junto a Monseñor Athanasius Schneider
(Foto: Newport Beach)
En cuanto a
su historia, la Abadía fue fundada en 1961 por siete sacerdotes liderados por
el Abad Ladislaus Parker, provenientes de la Abadía Norbertina de San Miguel en
Csorna, Hungría, cuyos orígenes se remontan al siglo XII de nuestra era. Los
fundadores abandonaron Hungría principalmente para evitar la persecución
desatada contra la Iglesia Católica por el gobierno comunista, una vez que
estos estatizaran los colegios católicos en 1948. La noche del 11 de julio de
1950, les llegó la noticia que la policía llegaría a la abadía de Csorna para
encarcelar a sus integrantes y suprimir la comunidad. Esa noche, siete
sacerdotes escaparon en dos grupos, para cruzar a pie el país y atravesar la
frontera austriaca. Los sacerdotes llegaron a Nueva York el año 1952, siendo
recibidos en la Abadía de San Norberto en De Pere, Wisconsin, donde residieron
durante varios años, reuniendo fondos para iniciar su propio monasterio.
Por
invitación del cardenal James Francis McIntyre, Arzobispo de Los Ángeles, estos
norbertinos se trasladaron a Santa Ana, California en 1957, para desempeñarse como profesores a
cargo de la enseñanza del colegio Mater Dei, estableciendo la comunidad
religiosa al año siguiente. En 1960, los padres norbertinos compraron el actual
sitio de la abadía, abriendo un seminario menor en 1962, que se ha convertido
actualmente en el colegio de San Miguel. En 1984, se le confirió el título de
abadía a la fundación.
En 1997, la
Abadía fundó un convento de religiosas norbertinas en Tehachapi, California,
quienes se incorporaron en 2011 a la Orden Norbertina. En una ceremonia en la
Catedral de San Juan Bautista de la ciudad de Fresno, las primeras nueve
hermanas hicieron su profesión solemne como integrantes de la nueva Canonjía del
Priorato de San José de Belén, a cargo del Abad General norbertino, Reverendo
Thomas Handgrätinger. Actualmente cuentan con veinte hermanas, la mayoría de
las cuales se encuentran en etapas de formación antes de profesar sus votos
perpetuos.
Santa Misa
(Foto: Pinterest)
En la
actualidad, los miembros de la institución sirven a cinco diócesis del sur de
California: Fresno, Los Ángeles, Orange, San Bernardino y San Diego. Los
sacerdotes de la Abadía sirven en colegios, parroquias, ofrecen retiros y
dirección espiritual. Cerca de la mitad de sus setenta integrantes viven en el mismo
monasterio y los demás en casas dependientes. El actual abad es el Rev. Eugene
J Hayes, O. Praem., quien fue elegido en 1995 de manera vitalicia como abad,
debiendo retirarse obligatoriamente a los 75 años.
La abadía
acepta nuevos integrantes que posean entre 18 y 29 años de edad. Los primeros
cuatro años se pasan en el monasterio, estudiando el noviciado y un ciclo de
tres años de filosofía tomista, después de lo cual los hermanos son enviados al
Seminario de San Felipe Neri, en Toronto, que se encuentra bajo la dirección de
los padres oratorianos, y que sirve también de academia para los estudios
filosóficos y teológicos de diversos oratorios en el Mundo, como el Oratorio de
Londres (del cual hemos tratado aquí). Luego de sus tres años de Teología en el
Seminario de San Felipe Neri, los postulantes deben cursar una experiencia
apostólica, usualmente en el colegio dependiente de la Abadía. Tras la
profesión solemne, el candidato debe vivir un año en Roma en la casa del
Generalato Norbertino y seguir cursos de Teología Pastoral en el Angelicum de
Roma, dependiente de la Orden Dominica. Al término de su formación, los
hermanos pueden ser ordenados diáconos y luego presbíteros antes de servir en
los variados apostolados de la Orden.
Proyecto de Nuevo Monasterio en Silverado, California
Para el futuro, los Canónigos están construyendo una nueva Abadía, más grande que la actual, en un extenso terreno ubicado en el Cañón de Silverado, California, cuya construcción se espera esté lista dentro de los próximos dos años.
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