Casi coincidiendo con la reciente Misa solemne celebrada según el rito lionés, el pasado domingo 19 de julio se celebró una Misa solemne conforme al rito carmelita en el Santuario Nacional de Nuestra Señora del Monte Carmelo, donde funciona la casa madre de la orden en Estados Unidos. La Misa fue el resultado de más de un año de investigación y colaboración, realizada con el permiso del R. P. Mario Esposito, OCarm, Prior Provincial de los Frailes Carmelitas de la Provincia de San Elías, como una actividad oficial del Año Vocacional. Para celebrarla adecuadamente, se consultó una cantidad de textos litúrgicos bajo la dirección del celebrante, el R.P. Lucian Beltzner, OCarm, quien celebró la Misa en su juventud. La investigación y el subsidio litúrgico fueron posibles gracias a la comunidad Laudate Omnes de San José, en Troy (Nueva York), la parroquia en que el R.P. Lucian Beltzner celebra corrientemente el rito tradicional carmelita. El R.P. Dpnald Kloster, de la diócesis de Bridgeport, ofició de diácono, y Mr. James Griffin lo hizo de subdiácono, habiendo también diseñado el folleto para esta Misa, que se puede consultar aquí.
Les ofrecemos a continuación una galería fotográfica de la Misa, donde se evidencia los aspectos en que el rito carmelita presenta diferencias con el rito romano. Sobre esas diferencias tratamos en una entrada anterior. Cumple destacar algunas particularidades rituales notables, que son típicas de los usos medievales de la Santa Misa latina: los acólitos visten albas completas y se paran frente al altar con el clero; cuando el sacerdote lee del Introito, el diácono y el subdiácono se situán a su lado, y no detrás; el subdiácono lleva el cáliz al altar mientras se canta el Gradual; como no hay maestro de ceremonias, en el Ofertorio es el subdiácono quien quita el Misal y lo devuelve a su lugar, y luego lava las manos del sacerdote, mientras el diácono continúa con la incensación. El resto de la Misa es esencialmente muy similar al rito romano tradicional.
Antes de la Misa se realizó una procesión, que incluyó una reliquia mayor, la mandíbula de San Simón Stock (1165-1265), a quien le fue dado el escapulario de la Virgen del Carmen, con el fin de llevar las reliquias de santos carmelitas a su lugar en el altar mayor.
Después de la procesión se cantó la letanía carmelita de los Santos. La Misa comenzó con el responsorio Veni Sancte Spiritus, seguido por el Asperges.
Oraciones carmelitas al pie del altar. El Confiteor carmelita invoca especialmente al profeta Elías, y es similar al dominicano.
Incensación del altar.
El celebrante lee los textos desde el Misal en la sede, mientras el subdiácono canta la Epístola.
Después de cantada la Epístola, se prepara el cáliz en la sede, sobre un corporal extendido encima de la falda del celebrante.
Imposición del incienso antes del
Evangelio.
El diácono canta el Evangelio.
En esta Misa, la homilía fue pronunciada por el R.P. Nicholas Blackwell, OCarm.
Comienzo del Credo. Esta posición de los ministros en forma de cruz es la posición normal, a la cual vuelven constantemente durante la Misa.
Como en la mayoría de los usos medievales del rito romano, el celebrante extiende sus brazos en forma de cruz al Unde et memores.
Ecce Agnus Dei.
Distribución de la comunión.
Antes de la bendición final.
Ultimo Evangelio.
Los ministros litúrgicos y los
carmelitas que asistieron en el coro.
Nota de la Redacción: Las fotografías y las descripciones han sido tomadas de la entrada publicada en New Liturgical Movement, con algunas adaptaciones de la redacción. Dicho sitio había publicado un poco antes una entrada con dos videos de la misma Misa aquí referida, donde se explica las diferencias que presenta el rito carmelita con el rito romano. También en Ceremonia y Rúrbica de la Iglesia española es posible encontrar videos sobre el desarrollo del rito carmelita y otros materiales. Finalmente, remitimos a la entrada publicada en esta bitácora sobre ese tema.
Muy interesante, supongo que sería más aún dado el trabajo y estudios realizados, que este rito se practique con frecuencia entre los Carmelitas. Ad maiorem Dei Gloriam
ResponderBorrarQue terrible! Los sacerdotes portando la diabolica mascara 666!La mascara le roba majestad, sacralidad, reverencia al Santo Sacrificio. Muy dificil de tolerar ver a un Alter Cristus com mascara. De seguro Nuestro Señor jamas portaria semejante abominacion.
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