Fiedrowicz, Michael: Die überlieferte Messe, Geschichte, Gestalt und Theologie des
klassischen römischen Ritus, Vilnius,Carthusianus Verlag, 3ª ed., 2014, 312
pp.
Ha sido
recientemente publicada una tercera edición actualizada de la encomiable
introducción a la forma extraordinaria del rito romano de Michael Fiedrowicz
(1957), destacado catedrático de Historia de la Iglesia, patrística y
arqueología cristiana en la Universidad de Tréveris (Trier), cuyo título podría
traducirse como “La Misa tradicional. Historia, forma y teología del rito
romano clásico”. La obra, publicada por primera vez en 2011, tiene el mérito de no limitarse a una exposición de
la estructura y partes de la Santa Misa, sino que aborda también en extenso la
historia de la evolución orgánica del rito romano tradicional, así como las
cuestiones teológicas vinculadas con aquél. Se trata de una obra ricamente
documentada, tanto respecto de las fuentes clásicas como de los estudios
litúrgicos recientes, y en que el autor argumenta hábilmente en favor de la
Misa tradicional, haciéndose cargo de las habituales incomprensiones y
objeciones respecto del Usus antiquior.
La obra, si bien es sin duda de gran interés para especialistas, está orientada
ante todo para el público general interesado en la forma extraordinaria, que
desea comprenderla mejor y participar de ella con más provecho, como se
desprende de la exposición clara de los distintos temas y de la ya mencionada
función “apologética” que cumplen muchos pasajes. Es de lamentar que, hasta
donde tenemos noticia, esta obra no haya sido traducida desde el alemán a otros
idiomas, lo que facilitaría su difusión.
El autor
divide la obra en tres partes. La primera de ellas (pp. 11 ss.) está dedicada a
la historia del rito romano tradicional, destacando distintas fases de su
evolución, desde los primeros siglos, pasando por el medioevo y hasta llegar al
proceso de codificación litúrgica que culminó con la promulgación del llamado
Misal de San Pío V mediante la bula papal Quo
primum (1570), tratando brevemente luego de ello también las reformas
posteriores hasta la edición típica de San Juan XXIII (1962). Lo más destacable
de este análisis histórico es cómo el autor muestra (pp. 35 ss. y 54 ss.) el
rito romano tradicional como una evolución armónica y orgánica a lo largo de
siglos, sin que pueda decirse verdaderamente que el Misal de Trento haya creado
un rito nuevo ex nihilo, sino que se
trata de una codificación respetuosa de la Tradición, que se limitó a una
prudente revisión de los misales ya existentes en la Iglesia de Roma y a la
extensión de su uso a toda la Iglesia latina, lo cual se había hecho necesario
para preservar la liturgia de abusos y subjetivismos presentes en algunas
formas litúrgicas locales (pp. 38-39). Es precisamente este elemento de
evolución orgánica y armónica el que lleva al autor a decidirse respecto de la
cuestión terminológica (pp. 47 ss.), siempre debatida, por la denominación de “rito romano clásico”,
la que, si bien inusual, no aparece a la luz de este fundamento como
arbitraria.
En la segunda
parte del libro (pp. 69 ss.), dividida en seis capítulos, se trata la forma del
rito. Primeramente, se refiere el autor a los distintos tipos de Misa en el
rito tradicional: solemne, cantada y rezada, con referencias a la evolución
histórica de cada una de estas variantes (tratadas ellas en una entrada anterior). Seguidamente, se ocupa el autor en modo detallado de la estructura
de la Santa Misa, explicando el sentido de cada una de sus partes, su origen
histórico y fundamento (pp. 75 ss.). Especialmente interesantes resultan las
consideraciones que el autor hace (pp. 113 ss.) respecto de los fundamentos que
avalan la práctica de la recepción de la Sagrada Forma por parte de los fieles de
rodillas y en la boca (aspecto también abordado en esta bitácora). A
continuación, se explica el calendario litúrgico (pp. 125 ss.), incluyendo la
explicación de las distintas categorías de fiestas.
Los tres
últimos capítulos de la segunda parte son de especial relevancia, en tanto se
ocupan de cuestiones que normalmente son las que mayor incomprensión causan en
algunas personas no familiarizadas con el rito tradicional. El primero está
dedicada a la orientación de la
celebración (pp. 138 ss.), a propósito de la cual el autor muestra, de la mano
de los estudios litúrgicos más recientes y en contra de concepciones históricas
erradas, la celebración ad orientem como
una constante histórica del rito romano, trazando el origen de esta orientación
a los primeros siglos de la Iglesia (aspecto del que también se ha tratado aquí
y aquí). Junto con ello, el autor desarrolla los argumentos de fondo que hablan
a favor de esta práctica, como lo son en especial la reafirmación del carácter
teocéntrico y sacrificial de la Misa, y el aseguramiento tanto de la discreción
como de la concentración del sacerdote y los fieles en el Misterio Eucarístico.
En el
siguiente capítulo (pp. 150 ss.) se trata la lengua sagrada de la Iglesia de
Occidente, el latín (materia abordada en una pasada entrada). Se presenta
primeramente la cuestión de la necesidad de una lengua sagrada en general como
una necesidad profundamente arraigada en el hombre en todos los tiempos y
culturas. En cuanto al proceso histórico de latinización de la liturgia
occidental, se recalca cómo este proceso no responde a una mera concesión a la
lengua vernácula imperante en Occidente, sino a un proceso de estilización de
ésta que separó el latín litúrgico tanto del latín clásico como del latín
vulgar. Seguidamente, el autor expone los argumentos que justifican en la
liturgia romana tradicional el uso del latín, como lo son la universalidad, la
invariabilidad de la lengua sagrada como protección de la correcta transmisión
de las verdades de Fe, así como la belleza y el carácter sublime que esta
lengua le imprime a la liturgia. En contra de la habitual objeción de la
incomprensibilidad del latín para los fieles como un impedimento a la participatio actuosa de éstos, el autor
destaca cómo detrás de semejante crítica se esconde una concepción errada de la
liturgia, que la comprende no primeramente como culto público de la Iglesia,
sino como expresión de la piedad privada al servicio de la instrucción
religiosa de los fieles. A continuación, el autor trata las traducciones de la
Sagrada Escritura empleadas por el rito romano, así como el canto gregoriano,
este último tanto en los aspectos históricos como respecto de las
características que justifican que éste sea el canto propio de la liturgia
romana, a saber, su sacralidad, su perfección formal y su universalidad.
La segunda
parte concluye con un capítulo dedicado a algunas reflexiones sobre ritualidad
y sacralidad (pp. 187 ss.). Se destaca la noción del rito como garantía de
unidad sincrónica y diacrónica, cargado de un sentido de lo indisponible. Se
presentan, asimismo, las rúbricas como garantes contra la arbitrariedad y su
sentido de objetivación de la liturgia. El autor llama la atención sobre la
perfecta concordancia en la liturgia tradicional entre la forma y el contenido,
entre la piedad interior y su expresión exterior, lo que hace de este rito una
verdadera “escuela de piedad”. Se pone también de relieve el hecho de ser el
rito romano tradicional no sólo inspiración para muchas obras de arte, sino una
obra de arte en sí, no en un sentido esteticista, sino en cuanto la belleza está
al servicio de la sacralidad: mediante ella se abandona lo profano y se entra
en lo sagrado, siendo así la Santa Misa para la Ecclesia peregrinans un espejo de la Ecclesia triumphans, de la Jerusalén celestial. Finalmente, se
reflexiona sobre el verdadero sentido de la participatio
actuosa de los fieles como una concentración interior y orante de éstos en
el sacrificio de la Misa, como una contemplación opuesta a una falsa comprensión
de la participación como actividad exterior, malentendido a partir de la cual a
menudo se critica de modo injustificado la Misa tradicional.
De capital
importancia es la tercera parte del libro, dedicada a la Misa tradicional y la
teología (pp. 227 ss.). Se presenta el rito tradicional como “dogma celebrado”,
donde encuentra su expresión en un modo único —y, a juicio del autor, en un
grado no alcanzado por el Novus Ordo,
con el consiguiente peligro de que la conciencia de ciertos dogmas desaparezca
de la mente de los sacerdotes y de los fieles— lo específicamente católico, la doctrina
católica en su integridad. El autor argumenta a favor de esta tesis mediante el
análisis de las distintas oraciones (colecta, secreta, poscomunión) y la imagen
que éstas nos dan de la realidad del hombre, de la Iglesia terrena como Ecclesia militans y de los santos, así
como de su tratamiento de lo escatológico y de su carácter de “escuela de
oración”. Prosigue el autor su argumento analizando el leccionario del Misal de
San Pío V y los criterios de selección de las lecturas; el ofertorio, cuyas
oraciones no dejan lugar a dudas sobre el carácter de sacrificio propiciatorio
de la Misa; el Canon romano y su insuperable profundidad teológica, donde
encuentra su lugar la doctrina auténtica de la Iglesia sobre la Eucaristía,
reafirmada en la sesión XXII del Concilio de Trento (17 de septiembre de 1562).
Todo lo anterior lo resume el autor en el principio lex orandi, lex credendi, originalmente formulado por Próspero de
Aquitania (390-455), en conformidad con el cual la Misa tradicional se presenta
como espejo fiel de la doctrina de la Iglesia, y contiene, muestra y enseña la
Fe católica en su plenitud. La liturgia se convierte así en un valioso locus theologicus, en especial respecto
de la cristología, del dogma de la Santísima Trinidad, de la eclesiología, del
Misterio Eucarístico y del sacerdocio ministerial. La Santa Misa comporta de
este modo el “instrumento más importante de la Tradición”, dado que ningún
elemento del Depositum Fidei es callado, debilitado o formulado
ambiguamente. La forma tradicional del rito romano anuncia de modo
absolutamente claro y sin recortes lo que la Iglesia cree, ha creído y creerá
siempre.
El libro puede ser adquirido directamente en la editorial o a través de Amazon.
Actualización [16 de junio de 2016]: New Liturgical Movement informa que está pronto a salir publicado el libro titulado Liturgy in the Twenty-First Century. Contemporary Issues and Perspectives, editado por Dom Alcuin Reid OSB. Como es sabido, este último es autor de la conocida obra The Organic Development of the Liturgy: The Principles of Liturgical Reform and Their Relation to the Twentieth-Century Liturgical Movement Prior to the Second Vatican Council, prologada por el entonces Cardenal Ratzinger. El libro aborda diversos temas, como la música sagrada, la reforma de la reforma, los ritos de la Semana Santa, la relación de la juventud con la Misa tradicional, entre otros. La editorial ha comenzado su pre-venta a través de su sitio de Internet.
Don Quirieleisón de Montalbán
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Actualización [16 de junio de 2016]: New Liturgical Movement informa que está pronto a salir publicado el libro titulado Liturgy in the Twenty-First Century. Contemporary Issues and Perspectives, editado por Dom Alcuin Reid OSB. Como es sabido, este último es autor de la conocida obra The Organic Development of the Liturgy: The Principles of Liturgical Reform and Their Relation to the Twentieth-Century Liturgical Movement Prior to the Second Vatican Council, prologada por el entonces Cardenal Ratzinger. El libro aborda diversos temas, como la música sagrada, la reforma de la reforma, los ritos de la Semana Santa, la relación de la juventud con la Misa tradicional, entre otros. La editorial ha comenzado su pre-venta a través de su sitio de Internet.
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