domingo, 12 de noviembre de 2017

Los ornamentos papales (ii): el fanón y el subcinctorio

Continuamos con la serie sobre ornamentos papales. Cuando celebra pontificalmente la Misa, el Santo Padre, además de las usuales vestimentas de orden sacerdotal o episcopal, lleva también otras dos que le son propias: el fanón sobre los hombros y el subcinctorio, que cuelga del cíngulo al costado derecho.
 
El fanón
 
Así como algunos obispos usan el racional o superhumeral, el Obispo de Roma viste encima de la casulla y por debajo del palio una insignia litúrgica propia que recibe el nombre de fanón (fanone), nombre que deriva del término latino fano, paño. 

San Pío X celebra la Santa Misa en la Capilla Sixtina revestido con fanón
(Foto: Rorate Caeli)

El fanón es un ornamento litúrgico que está formado por dos mucetas ligeras de forma circular superpuestas la una a la otra, siendo la inferior más larga que la superior. Una apertura redonda y vertical se deja en la parte central para pasar por ahí la cabeza. Esta insignia está confeccionada en seda blanca y dorada, con largas líneas perpendiculares, separadas por una franja amaranto o roja. Sobre el pecho tiene una cruz bordada en oro. Originalmente, las dos mucetas estaban cocidas por el collar superior. Por mayor comodidad de uso, al inicio del siglo XX San Pío X dispuso que se dividiesen. Así, el fanón se usa desde entonces de manera que la muceta interna queda bajo la estola y la muceta externa sobre la casulla.

Pío XII, con fanón y palio, recibe la tiara el día de su coronación

Algunos autores estiman que el origen del fanón se encuentra en el efod judío, mientras que otros postulan que es una derivación del amito. Como fuere, en su origen no era otra cosa que el anabolagium que menciona hacia el siglo VII el Ordo romano I, y que entonces usaban también los demás clérigos. La exclusividad del fanón como insignia papal se produjo entre los siglos X y XII, cuando otros eclesiásticos en Roma comenzaron a colocar dicha vestimenta bajo el alba en lugar de cubrirla, vale decir, cuando empezó a hacerse común entre los clérigos el uso de esta prenda a manera de amito ordinario. A comienzos del siglo XII, el fanón sólo podía ya ser utilizado por el Papa, según consta de la indicación de Inocencio III (1198-1216). La costumbre actual de que el Santo Padre, además del fanón, lleva amito bajo el alba, no aparece sino hasta el final de la Edad Media. No se tienen noticias seguras sobre la forma primitiva de este paramento, y todo parece indicar que en el siglo XV el fanón tenía todavía una forma cuadrangular. A partir del siglo XVI adoptó su forma actual y comenzó a ser confeccionado de seda blanca, a la que prontamente comenzaron a añadirse adornos.

San Juan XXIII con fanón

El uso del fanón estaba reservado para las funciones pontificales solemnes celebradas por el Papa. Luego que el diácono lo ha ayudado a revestirse con el usual amito, alba, cíngulo y subcinctorio, además de la cruz pectoral, abre el fanón y coloca la parte superior de la pieza hacia la parte de atrás de la cabeza del Papa. Enseguida ayuda a éste a vestir la estola, tunicela, dalmática y casulla, y luego pone hacia abajo la parte del fanón que ha sido colocada sobre la cabeza del pontífice, de manera que quede la pieza frontal sobre los ornamentos que muestran la plenitud del orden sacerdotal (tunicela, dalmática y casulla). Finalmente, el diácono arregla el fanón de tal forma que cubre los hombros del Papa como un collar.

El beato Pablo VI, revestido pontificalmente y sobre la silla gestatoria, saluda a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano

Hay constancias de que todos los Papas han usado el fanón desde el sigo XII, con la única excepción de Juan Pablo I y Francisco. Si bien las normas litúrgicas posteriores a la reforma posconciliar no hace mención a esta insignia, los dos papas que precedieron a este último lo usaron en cuatro ocasiones: una vez San Juan Pablo II (el 22 de noviembre de 1984 durante la celebración de la solemnidad de San Cecilia en la basílica que le está dedicada en el Trastévere) y tres Benedicto XVI (el 1° de octubre y el 25 de diciembre de 2012, y el 6 de enero de 2013, con ocasión de una canonización, la Natividad del Señor y la Epifanía respectivamente). De hecho, en su día la Oficina de celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice explicó el sentido del fanón (véase aquí).

San Juan Pablo II arrodillado ante el altar de Santa Cecilia con casulla romana y fanón

El fanón tiene un valor simbólico importante, pues representa el escudo de la Fe que protege la Iglesia (Ef. 6, 16), representada por el Papa. Las bandas verticales de color dorado y plateado representen la unidad y la indisolubilidad de la Iglesia latina y oriental, que se apoyan sobre los hombros del Sucesor de Pedro. A su vez, la disposición de las dos mucetas, interna y externa, también entraña un significado. La primera muceta se dispone bajo la tunicela y la dalmática, y la segunda queda plegada sobre la casulla, de manera que una expresa la parte de Ley antigua que ha sido abrogada y la otra la Nueva Ley que ha sido dada por Cristo a su Iglesia y que permanece revelada.

Benedicto XVI con fanón imparte la bendición a su secretario, monseñor Georg Gänswein
(Foto: Papst Press)

Por privilegio especial, también el Patriarca de Lisboa goza del derecho a usar esta insignia. 

El Cardenal Manuel Gonçalves Cerejeira, Patriarca de Lisboa entre 1929 y 1971,  viste el fanón durante una Misa celebrada en el Santuario de Fátima


El subcinctorio


El subcinctorio (subcinctorium) es un ornamento de uso exclusivo del Papa, que ha caído en desuso después de la reforma litúrgica. Consiste en  una estrecha banda de tela de la misma hechura que la estola y la casulla, muy parecido al manípulo y con una extensión de unos 55 centímentos, que en uno de sus extremos tiene bordado un Cordero de Dios y en el otro una cruz. Se cuelga sobre el cíngulo del lado derecho. Originalmente se confeccionada en blanco o rojo, los colores papales, pero con el tiempo acabó siendo del color litúrgico del día.


Subcinctorio
(Imagen: Missa Mediaevalis

Al subcinctorio se le han atribuido muchos significados. Algunos autores sostienen que es una derivación de la bolsa de dinero que llevaban los Papas en el cinturón para dar limosna a los pobres. Otros dicen que es signo de humildad, pues es un recuerdo de la toalla que se ató Jesús para lavar los pies en la Última Cena. Otros afirman que es un recuerdo de la vestidura del Sumo Sacerdote judío. También se ha dicho que representa la espada que el salmista pide al Rey todopoderoso que se ciña a la cintura (Sal 44, 4). Finalmente, hay quien encuentra en el subcinctorio un elemento de la liturgia oriental, en concreto, del epigonation que todavía hoy usan los obispos ortodoxos. 


San Juan XXIII, con el subcinctorio que cuelga del cíngulo, durante la ordenación episcopal de monseñor Enrico Dante en la Basílica de San Juan de Letrán. 

Los documentos medievales recuerdan una faja especial que los obispos añadían al cíngulo, llamado subcingulum, subcictorium perizoma, balteus. Resulta difícil determinar su forma al haber desaparecido de las costumbre de la Iglesia. Honorio de Autun (1136) y Juan de Guerciis (siglo XIII) dan una idea cuando describe las vestimentas del obispo: era como una faja  con una anchura de algunos centímetros, que se colgaba doblada del cíngulo sobre el vientre.  Durando explicaba que su función era fijar la estola del obispo al cíngulo. Desde Inocencio III se transformó en un ornamento propio del Romano Pontífice y del Arzobispo de Milán y los cardenales de su cabildo. 

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