Les
presentamos a nuestros lectores una interesante entrevista concedida a Radio
Spada por Giuseppe Capoccia,
destacado magistrado italiano y presidente del Coetus Internationalis Summorum Pontificum, quien, luego de un
exitoso peregrinaje 2015 Summorum
Pontificum a Roma en octubre pasado, nos ofrece a ocho años de la
promulgación del Motu Proprio por S.S. Benedicto XVI una evaluación de la
situación de la Misa tradicional y de los sacerdotes y fieles que, gracias a dicho
instrumento jurídico, han podido expresar con mayor libertad su amor y apego a
la liturgia tradicional de la Iglesia romana.
Están todavía presentes en
nuestras retinas las hermosas imágenes que nos llegaron desde Roma con ocasión
del señalado Peregrinaje Ad Petri Sedem,
especialmente la solemne y multitudinaria procesión de clérigos y fieles que
entró en la Basílica de San Pedro para la Misa Pontifical celebrada por Su Excia. Revma. Mons. Juan Rodolfo Laise, arzobispo emérito de San Luis (Argentina), el pasado
25 de diciembre, Fiesta de Cristo Rey.
La
traducción desde el italiano es de la Redacción y el original puede leerse
aquí.
***
P. (Gianluca di Pietro) Procurador, […] ¿No cree quizás que la evidente
fragmentación del mundo tradicionalista sea el punto débil de la “batalla
tradicional”, en contraste con el carácter compacto del ala progresista?
R.
(Giuseppe Capoccia) En realidad, la fragmentación puede presentar también
ventajas, por ejemplo cuando se trata de resistir a la represión o cuando se decide
acelerar la marcha en algún frente. Y luego no estoy seguro de que los
innovadores estén tan unidos entre ellos; es verdad que a menudo saben
encontrar una línea compartida porque no pierden nunca de vista el objetivo.
Nosotros, en cambio, muchas veces parece que nos olvidamos del fin de nuestra
batalla, así como nos dejamos invadir del celo amargo, cuando deberíamos
cultivar siempre la alegría de la Redención que Cristo ha ganado para nosotros
y por siempre en la Cruz.
P.
Muchos nos miran a nosotros, fieles del Summorum Pontificum con desconfianza y sospecha, retratándonos
simplemente como estetas del culto, movidos casi por un fin
romántico-litúrgico: fieles a quienes les interesan las formas del Sacrificio
de la Misa más que la sustancia teológica del memorialis Domini Nostri. A todos ellos, ¿qué le gustaría decirles?
Nosotros “motupropistas”, ¿estamos de verdad dispuestos a permitir el cambio
del cambio de la sustancia de la Misa por alguna planeta u ornamento barrocos?
¿Es verdaderamente este el espíritu que mueve el Coetus y los miles de fieles (entre ellos, yo mismo): organizar Santas Misas
estéticamente bellas y cerrar los ojos de frente a los numerosos problemas que
la nouvelle théologie presenta?
R.
Don Claude Barthe, capellán del Peregrinaje Internacional del Summorum Pontificum,
además de autor de tantos estudios litúrgicos y teológicos, dice siempre que la
batalla va conducida por la Santa Misa y por todo aquello que la sigue: el
catecismo, la moral, la buena doctrina, la cultura, etc. Nosotros sabemos que,
sin la oración que se orienta a Dios y que le rinde el culto debido, todas las
obras son vanas. Nuestra convicción es que el empeño litúrgico es la clave para
reafirmar la Fe Católica: no hay duda de que la Misa de Siempre no basta para
detener la herejía modernista, pero permanece como el más perfecto compendio de
nuestra Fe, plasmado en siglos de tradición. Un ilustre autor contemporáneo
(con un gusto por lo paradójico) observa que la crisis financiera mundial
deriva del colapso de la liturgia: si no está Cristo crucificado en lo alto y
en el centro, el resto es solamente desorden y caos. Y es también la triste
confusión de tantos movimientos que parecen haber olvidado el punto de apoyo
para su acción. Pensamos, y lo hemos comprobado con nuestras pequeñas obras de
proselitismo, que ahora es a menudo un vano afán confiarse de la razón y de la
inteligencia de nuestros contemporáneos para evangelizarlos: no es su culpa,
sino motivado por la general degradación moral, cultura y filosófica.
P.
En el octavo aniversario de la liberación de la Misa Antigua podemos
aventurarnos a hacer un balance: ¿qué objetivos hemos alcanzado gracias al Motu
Proprio? ¿Podemos afirmar que gracias a la actividad del Coetus
Internationalis, que reúne el inmenso
trabajo de los coetus locales, haya
crecido el interés por la Misa Antigua de parte del católico medio? (y por “católico
medio” entiendo el fiel que no posee conocimientos particulares lingüísticos,
teológicos o canónicos) ¿Y los jóvenes?
R.
Hoy en día, si alguno está interesado por la liturgia católica abre Internet y
con un par de clics se encuentra inmediatamente con una página ligada a la
promoción o dedicada a comentar la liturgia tradicional: ya sea la FIUV, ya
sean medios especializados como el New Liturgical Movement o Paix Liturgique,
los cuales dan cuenta con gran regularidad de los progresos de las Misas Summorum Pontificum en el mundo. En la
página FB del peregrinaje, las estadísticas dicen que el 57% de nuestros
seguidores tiene menos de 34 años: me parece que ya esto es una respuesta
elocuente a su pregunta sobre los jóvenes y Summorum
Pontificum; más aún, precisamente la fascinación de los jóvenes por la
antigua liturgia es una de las razones expuestas por el Papa Benedicto en la
carta a los obispos que acompaña al Motu Proprio.
Miembros del movimiento juvenil tradicional Juventutem participantes de la JMJ de Madrid (2011)
P. Contextualmente, ¿ha
habido un mejoramiento significativo en estos ocho años en la recepción del
Motu Proprio de parte de las Jerarquías? ¿Es real la liberalización de la cual
habla el documento papal o permanece a fin de cuentas todavía como algo que
debe perseguirse? En este último caso, ¿qué cosa debería hacerse para hacer que
se cumplan las instrucciones contenidas en el Motu Proprio?
R.
Bueno, si se mira a la realidad italiana, la situación puede parecer gris: poco
ha cambiado desde el 2010, cuando Fede
& Cultura publicó un opúsculo del periodista Alberto Carosa sobre las oposiciones episcopales al Summorum Pontificum. Con todo, la difusión de la liturgia tradicional en Italia es
un hecho. Cada vez más sacerdotes han aprendido a celebrarla y cada vez más
fieles se aproximan a la solemne dignidad y a la profunda sacralidad del rito
antiguo. Cada año durante nuestro peregrinaje vemos participar a nuevas
familias en la procesión en la Misa en San Pedro. El éxito de este año se debe
en parte al mayor número de peregrinos italianos venidos a Roma el 24 de
octubre. Luego, si la mirada se extiende a todo el orbe católico, es
evidentísimo el desarrollo de Summorum
Pontificum: ¿sabía que hay Misa tradicional también en Indonesia?
P.
La principal actividad del Coetus
es la organización del Peregrinaje Ad Petri Sedem, el último domingo de octubre, con ocasión de la fiesta litúrgica de
Cristo Rey del Universo. ¿Hay una razón simbólica detrás de la decisión de
promover un peregrinaje precisamente a la Sede Apostólica y, más aún, con ocasión
de una fiesta litúrgica tan importante como aquella de la Soberanía Universal
de Nuestro Señor?
R.
La elección de Roma por cierto no es casual: no puede serlo para quien profesa
la Fe católica, apostólica y romana. Podría también admitir que la fiesta de
Cristo Rey ha sido casual, en el sentido de que no ha sido buscada, pero creo
que la Providencia ha querido indicarnos la naturaleza regia de Cristo para que
nuestra Fe sea manifestada, afirmada, defendida en todo momento y en todo lugar
de cara a una sociedad cada vez más impía y laicista.
representando a Cristo Rey ataviado como emperador bizantino
P.
El domingo 25 de octubre se ha cerrado solemnemente el peregrinaje de este año:
¿puede darse por satisfecho de su desarrollo? ¿Qué cosa le ha impresionado más
de estos cuatro días intensos?
R.
Por sobre todo, ¡diría que me ha impresionado el clima general y sereno de
normalidad católica! A menudo en nuestros territorios sufrimos una sorda
hostilidad, una perenne condición de minoría y marginalidad; entrar a San Pedro
por la puerta principal cantando Cristus
Vincit conforta y retribuye tantas amarguras. Y luego, admito haber estado
fascinado por Mons. Juan Rodolfo Laise, este nonagenario tierno, pero firme,
arzobispo emérito de San Luis (Argentina) e incansable defensor de la prácticade la recepción de la Santa Eucaristía de rodillas y en la boca [Nota de la Redacción: tema sobre el cual hemos publicado antes una entrada]. Con su edad,
con su buen ánimo, con su testimonio tenaz no ha sido simplemente el celebrante
de la Misa Pontifical en San Pedro, sino que ha reforzado en nosotros la
voluntad de proseguir la buena lid, en obediencia a la voluntad del Señor y en
la fidelidad a la propia conciencia.
P.
Una última pregunta: si tuviera que convencer de participar en el Peregrinaje Summorum
Pontificum a aquellos que no nos conocen
o que sin razón se oponen a nosotros, ¿qué diría?
R.
No tengáis miedo: ¡venid y orad!
Actualización [13 de junio de 2015]: En una actualización agregada hoy en esta entrada hemos dado noticia de la traducción al español del anexo que cierra el libro Comunione sulla mano. Documenti e storia, arriba referido y del que es autor S.E.R. Juan Rodolfo Laise, Obispo emérito de San Luis, Argentina. El libro cuenta con prefacio de S.E.R. Athanasius Schneider, Obispo auxiliar de Astana, Kazakhstan.
Actualización [13 de junio de 2015]: En una actualización agregada hoy en esta entrada hemos dado noticia de la traducción al español del anexo que cierra el libro Comunione sulla mano. Documenti e storia, arriba referido y del que es autor S.E.R. Juan Rodolfo Laise, Obispo emérito de San Luis, Argentina. El libro cuenta con prefacio de S.E.R. Athanasius Schneider, Obispo auxiliar de Astana, Kazakhstan.
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